jueves, 29 de diciembre de 2011

La belleza de un cuerpo maduro

Hoy paseándome por internet he dado con una página en la que se hacía una fantástica recopilación de más de cien fotografías del holandés Erwin Olaf. No le conocía, pero me han parecido unas imágenes muy impactantes.

La última serie era de mujeres sexagenarias e incluso septuagenarias con poca (incluso ninguna) ropa, en actitud sexy, y me ha resultado muy interesante; me ha gustado mucho.





Inmediatamente después de ver las fotos, he pasado a leer los comentarios, y he llegado a uno que decía: “Las fotos de "grannies" del final me han traumatizado un poco... por lo demás, bien.” Qué curioso, ¿Cómo puede “traumatizar” ver estas fotos? Supongo que porque en nuestra sociedad suele estarnos vedada la visión de cuerpos “marchitos”; es como si todo lo que no sea lozanía fuera… ¿vergonzoso?

He seguido leyendo los comentarios y he llegado a otro que expresaba un sentimiento muy diferente: “(...)Me gustan mucho todas las series, pero esa y la de las abuelitas sexys (¡guapas!) me han encantado.” Por el nick he visto que quien escribía ese enternecedor comentario era una mujer que las ha mirado con benevolencia; quizás, como yo, poniéndose en la piel de esos cuerpos maduros, pensando que tendrá suerte si a la edad de estas mujeres es capaz de habitarlos con tanta alegría y tanta dignidad.

Y me he acordado de un artículo que leí hace tiempo, en el que una mujer musulmana decía que el burka de las mujeres occidentales es la imposición que sufrimos de ser físicamente perfectas y eternamente jóvenes. Las mujeres musulmanas, explicaba, acostumbran a ir a los hammams o baños árabes desde su infancia; allí se juntan a diario mujeres de todas las edades, de todas las formas, cómodas con su desnudez -porque tienen una concepción de su cuerpo que probablemente desconocemos en nuestra sociedad. Y esta experiencia cotidiana, contaba, hace que vean con naturalidad cómo va a evolucionar su cuerpo a lo largo de los años; igual que la cara, igual que las manos… es ley de vida, y se acepta sin aspavientos.


(¿después del fotochop?)

Qué bonito sería y qué sano que nosotras pudiéramos vivirlo un poquito más de esa manera.

viernes, 23 de diciembre de 2011

¿Qué utilidad tienen las guías telefónicas?

Un día de la semana pasada, cuando volví del curro me esperaban en mi puerta las guías telefónicas que tan obstinadamente reparte telefónica año tras año. Francamente no entiendo cómo en pleno siglo XXI, cuando una parte considerable de la población tiene internete en casa, pretenden que recurramos a esta manera tan obsoleta de encontrar un mecánico para el coche, un pintor, o el teléfono de un compañero de trabajo.

De hecho al día siguiente del reparto ahí estaban todas las guías en el portal formando una pequeña pila; los vecinos habían ido dejándolas ahí supongo que en la esperanza de que alguien menos vago que ellos las llevara al contenedor de reciclaje de papel -ese alguien fui yo. Está claro que los costes medioambientales de la impresión y distribución de estas guías no están justificados ni remotamente.

Porque a ver, ¿Cuántos de vosotros habéis hecho uso de las páginas amarillas o las páginas blancas en los últimos... cinco, incluso diez años? ¿Veo alguna mano levantada ahí al fondo? ¿Sí? No, no vale usarlas para subirse a ellas y alcanzar el estante más alto. ¿Alguien más? No, ¿verdad? Me lo imaginaba.

Lo cierto es que poca utilidad se les puede encontrar, incluso fuera de aquella para la que han sido fabricadas; Yo este año he hecho un esfuerzo imaginativo y les he dado primero un uso catártico partiéndolas en dos con mis propias manos en un minutito que tenía libre.


Y a continuación nada de echarlas a reciclar que estamos en crisis; las tenemos listas para otro uso, se podría decir escatológico:


Es lo más que las guías telefónicas jamás han dado de sí en mi casa, y no creo que muchos ciudadanos hayan encontrado una salida tan satisfactoria a esta antigualla que por algún motivo se resiste a abandonarnos.

Si tú también eres de los que nos indignamos por este innecesario derroche de recursos, en esta página están recogiendo firmas para que solo reciban las guías las personas que las quieran y vayan a utilizarlas; yo, por supuesto, ya he dejado mi autógrafo.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Otoño en Madrid


Estos días las aceras y las calles de Madrid están cubiertas, adornadas por doquier de hojas. Quizás los árboles, sabedores de que al otoño le quedan apenas unos días, se apresuran a dejar caer las últimas que van quedando en sus ramas para comenzar de cero la nueva estación.

O quizás existe una explicación más tristemente prosaica relacionada con los servicios de limpieza de nuestro querido ayuntamiento y sus ubicuos recortes -ya no saben por dónde esquilmarnos.

Sea como fuere, no quería que pasara el otoño sin rendirle mi humilde homenaje con estas bonitas imágenes que recogí la semana pasada en El Retiro.

¡Viva el otoño y sus colores! (¡Viva!)

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Juego de guantes

Anoche obedecí por fin a mi espíritu curioso y me agaché para recoger el guante aguamarina que yacía inerte sobre la acera.

Llevaba ya muchos inviernos preguntándomelo; ¿cuántos guantes puedo llegar a ver tirados en el suelo en los largos meses que dura el frío, huérfanos para siempre de progenitor y hermano? ¿Serán cinco, ocho, superará acaso la cifra la docena?

De momento, si sigue el ritmo de las últimas 24 horas, la cifra será mucho mayor que esas: apenas una hora después de mi primer guante recogido, encontré un segundo (punto, dedos negros y mano a rayas negras y grises. Guante derecho) Y este mediodía, otro (punto, tinsulate 40 gramos, negro, talla muy grande. Guante izquierdo.)

En menos de 24hs tres guantes; empieza fuerte la cosa.


Ya me estoy preguntando, ¿Qué colores me encontraré? ¿Serán negros en su mayoría? ¿De qué materiales? ¿Alguno de cuero, por ejemplo? ¿Encontraré alguno de niño pequeño? ¿Alguna manopla, quizás? ¿Algún mitón? ¿Serán mayoritariamente guantes derechos o izquierdos? ¿Encontraré tal vez dos guantes solitarios que puedan formar una pareja funcional?

Todo un mundo de posibilidades en vías de definirse, por fin, este invierno.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Juego de cartas

Hace mucho tiempo, irá ya para diez años, me contó Moe sobre una colega suya de Estados Unidos que de repente empezó a encontrarse cartas -naipes- por la calle constantemente. La tía estaba medio obsesionada con que aquello tenía que significar algo, y acabó de rayarse del todo cuando llegó a encontrarse dos cartas en un mismo día –en sitios distintos, obviamente. Cuando me lo contó Moe, yo en seguida pensé que probablemente si estamos alerta, cualquiera nos podemos “empezar a encontrar” naipes por todas partes, es cuestión de percibirlos conscientemente.

Recuerdo comentarle la historia a Ana poco después de oírla, y hacerle partícipe de mi explicación. “Yo no creo que sea tan fácil encontrarte una carta en la calle –objetó ella- pero encontrarte dos el mismo día… eso ya no me lo creo.” “¿Sabes qué? –le dije- Vamos a probarlo; a ver cuánto tardamos en encontrarnos una carta. La que encuentre una llama a la otra” Efectivamente, no tuvo que pasar mucho tiempo para que una de las dos –no recuerdo ya quién- llamara a la otra para decir que se había encontrado una, y al día siguiente o algo así le tocó a la otra también.


Pero ahí no acaba la historia, porque "la maldición" me pasó a mí, y empecé yo también a encontrarme cartas constantemente, así que decidí ir recogiéndolas, escribiendo con un boli la fecha en la que me las encontraba; podría ser divertido observar si había alguna frecuencia o alguna relación curiosa entre las cartas. Prácticamente todas las semanas me encontraba una o dos. En cierta ocasión lo que me encontré fue una caja de cartas, sin cartas dentro pero con un as de oros en el frente; la cogí, le estampé la fecha y ahí iba guardando las que me iba encontrando.

Aquel verano Ana y yo fuimos a Marruecos de vacaciones. Estando en Asilah me encontré media carta; un seis de bastos. Desde luego que fuera solo media no iba a ser óbice -ni mucho menos- para que la recogiera y la fechara como las demás, y así lo hice. Ese día teníamos planeada una excursión a Tetuán; fue allí, tirada en el suelo del mercado del zoco, donde me encontré otra media carta: Para nuestro infinito asombro, era exactamente la misma carta, un seis de bastos. Al ponerla junto a la otra vimos que era la misma mitad. Os podéis imaginar cómo la flipábamos Ana y yo; sobre todo ella, que no hacía tanto no había podido creerse que fuera posible encontrarse dos naipes en un mismo día.


Aquel “juego de cartas" mío se me pasó un buen día y dejé de encontrarme naipes en mi transitar por el mundo, pero guardé la cajita con mis hallazgos durante varios años. Desafortunadamente hace un par de navidades, en una de las limpiezas intensivas que suelo hacer por el solsticio, me deshice de esa basurilla fechada; ahora me da un poco de rabia no haber guardado al menos aquellas dos mitades del mismo naipe encontradas el mismo día –quién sabe si incluso rasgadas por idénticas manos.

Actualización: Ayer le conté esta historia a JC y me acaba de mandar la foto de esta carta que se ha encontrado hoy.  ¡Cuidado, es contagioso!

jueves, 1 de diciembre de 2011

Rescatadas n

Tú has tenido una feminidad muy difícil, esta pobre. Así has salido. –Manolo, mi hermano. Lo decía en serio.

(Sobre Rajoy antes de las elecciones, cuando dijo “Como gobernamos nosotros, perdón, cuando gobernemos…”) “Puede que no lo dijera adrede; habrá sido un guiñapo de esos” –Laura (no yo; otra)

Sí, yo soy todo sensibilidad... desde la punta de la p***a hasta los c*j*nes –JC

De estos tíos babosos que dicen chocho y se les llena la boca de pelos –JC

Diálogo oído ayer por la escalera, entre mis vecinos Jorge y La Francesa -parece que él iba a hacerle la compra:

Jorge: ¿Las sardinas de algún tipo en especial?
La Francesa: Semi-desnatada.


sábado, 19 de noviembre de 2011

Jornada de reflexión

El conejito vándalo ha vuelto a las andadas por el barrio con motivo de las elecciones que se celebran pasado mañana, 20N.

Como yo aún no tengo claro del todo a quién votar, y ya que a las doce de la noche de hoy viernes comienza la jornada de reflexión, me voy a la Puerta del Sol a reflexionar en comunidad -a ver qué sacamos en claro.

¡No les votes, pero vota!

martes, 15 de noviembre de 2011

Desventuras de una ciclera en Madrid

No solo cuando monto en bici; en mi vida en general intento ser respetuosa con los demás, guiarme por unos principios básicos de buena convivencia. En la bici esto se traduce en respetar sobre todo a los peatones: cuando circulo por la calzada, por ejemplo, siempre paro en los pasos de cebra; no me salto ni uno. Cuando tengo que ir por la acera (sí, a veces lo hago aunque no esté permitido, me acojo a la desobediencia civil) lo hago siempre a velocidad prácticamente de peatón, y soy consciente de que ellos tienen absoluta prioridad.  También intento tener consideración con las personas que conducen sus coches, por qué no; cuando en una cuesta arriba tengo uno detrás, me echo a un ladito y le indico con la mano que me adelante, para que no tenga que ir pisando huevos.

Por eso me cuesta entender la intromisión y la animadversión que en ocasiones sufro por parte de los peatones, de las personas; como cuando sin ton ni son recibo “consejos” más o menos bienintencionados de completos desconocidos; voy circulando tan ricamente con mi bici sin meterme con nadie y un/a tipo/a se cree en el derecho de soltarme su admonición porque no llevo casco; perdona pero ni siquiera es obligatorio, así que déjame en paz siguiendo mis propios criterios de seguridad.

Aparte del tema casco, que es bastante frecuente, también está el tema luces; como hace un par de semanas cuando cabalgaba a lomos de mi burra por las calles de Lavapiés. El barrio es en su mayoría “de prioridad residencial”, lo cual significa que los peatones circulan por la calzada tan ricamente con todo el derecho, y los pocos coches que pasan –solo de los residentes- lo hacen a velocidad muy reducida. Estaba empezando a oscurecer,y yo iba circulando por la calzada a velocidad más que moderada, cuando una señora de unos 65 años, ajena totalmente a mi trayectoria, decidió soltarme su consejito no solicitado: “¡Hay que llevar luces!” Como iba tan despacito me dio tiempo de contestarle. “Si llevo”, señalando a la luz roja parpadeante de atrás, “¡La de adelante!”-añadió la buena señora con enojo. “Bueno, hacia adelante ya veo yo.” En cualquier caso, ¿cómo exactamente le molesta a usted que yo no lleve luz?

El martes pasado tuve otra aún más flipante por absurda. Eran como las cinco de la tarde e iba yo por la plaza de Jacinto Benavente, cerca de Sol. Circulaba por la calzada, sin molestar a nadie, cuando oigo una señora a cierta distancia decir con un tono… ¿irritado?, separando bien las palabras: “¡SIN           LUCES!” “¡DE          DÍA!” –le contesté flipada. Como no me quedé a gusto con eso, le escupí un rotundo y merecido: “¡Imbécil!” ya sin mirar atrás. La estupidez de la gente no tiene límite, de verdad.


Y vamos a por la última, colofón del entrometimiento malintencionado y razón de que me haya decidido a escribir este post: Volvía anoche del curro por una calle ancha, casi como para ser de doble sentido pero que solo es de uno. Llevaba mis luces delantera y trasera dadas. Estaba lloviendo. A la vuelta me pilla de contraria, y a veces voy ese trechito por la acera -suficientemente ancha también- pero anoche no vi venir coches, y como la calle suele estar poco transitada decidí ir por la calzada bien pegadita a mi derecha. Pues oigo una voz pijarda desde la acera decirme: “Dirección prohibida no se puede.” Miro y me veo una tipa como de unos cincuenta tacos, mirándome con suficiencia desde debajo de su paraguas. Váyase usted un poquito a la mierda, oiga –pensé. Pero de tan flipada lo único que me salió fue sonreír con pasmo: está lloviendo y esta zorra me ve en bici y no se le ocurre pensar que me estoy mojando o cualquier otra cosa inofensiva, sino que llena de razones me dice que tengo que dar un buen rodeo para buscar una calle que no sea prohibida para mojarme un poco más, para... ¿no molestarle? a ella –la gente de verdad está muy malita.

Y es que debe de haber algo que me estoy perdiendo; ¿Qué coño es lo que le irrita a esta gentuza? ¿les molestan las bicis? ¿No son peores los coches? Son más grandes, más peligrosos, más ruidosos y contaminan el aire que respiramos todos, ¿Por qué entonces nos tratan a los ciclistas con ese desprecio, con esa falta de benevolencia y esas ganas de pillarnos en falta? Que alguien me lo explique, porque de verdad que no lo entiendo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Palíndromo temporal

palíndromo.
(Del gr. πάλιν, de nuevo, y δρόμος, carrera).
1. m. Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda; p. ej., anilina; dábale arroz a la zorra el abad.

Y hoy es un buen día para recordar esta acrobática palabra, ya que hoy precisamente hemos pasado por un instante palindrómico; instante en que esta entrada ha sido publicada:

11:02 11/11 2011

Aprovecho pues la ocasión para compartir con vosotros una selección de palíndromos recopilados de Internet -los hay para todos los gustos:

¡Arriba la birra!
Yo hago yoga hoy
Amo la pacífica paloma
Ojo, corre el perro cojo
¿Soluciones? Seno y culos
Social es reconocerse laicos
Son robos, no solo son sobornos
La ruta nos aportó otro paso natural
A tu padre casé, no con esa cerda puta
Anita la gorda lagartona no traga la droga latina
Adán  no cede  con  Eva y Yavé no cede con  nada
Roma  ni  se  conoce  sin oro, ni  se conoce  sin  amor.


¿Qué? ¿Como os habéis quedao?  ?oadeuq siébah so omoC¿ ?éuQ¿

jueves, 3 de noviembre de 2011

El Down de mi calle

Aviso de antemano a aquellas sensibilidades a flor de piel, de los matices políticamente incorrectos con que podrían creer toparse de continuar leyendo, y les invito cordialmente a abandonar la lectura antes de resultar magulladas.

En mi calle vive un hombre ya bastante mayor que es síndrome de Down. Es muy difícil adivinar su edad; tendrá cincuenta, cincuenta y cinco años como poco, pero podrían ser más -tiene aspecto de anciano. Se le ve con cierta frecuencia pasear lentamente con su bastón, calle arriba, calle abajo, a veces solo y a veces del brazo de su madre, muy ancianita y encorvada ella; viéndoles no sabe uno muy bien quién lleva a quién. 

Al tío se le ve muy independiente y muy espabilado; en más de una ocasión que me he cruzado con él por la calle se ha girado muy descarado y me ha soltado un “Hola guapa...” con un tono nada inocente, y me ha seguido un rato con la mirada en una actitud digamos donjuanesca que a mí me hace mucha gracia. A veces incluso hasta me ha soltado un "cásate conmigo" para rematar la faena. Pero en fin, aunque se le veía un poco “fresco”, tampoco había pasado de ahí.

El otro día salía de casa y él estaba fuera entretenido con Maricarmen, una mujer de unos cincuenta años que suele hacer de cariátide a la puerta de su tienda de segunda mano, al lado de mi portal; ella se estaba dirigiendo a él en un tono áspero: “Sí, es mía la calle. Hala, vete de aquí.” Aunque me consta que es algo huraña, no es mala gente, así que con la impresión que yo ya tenía de... Daun le llamaremos, me imaginé que algo le habría dicho él para provocar esa respuesta. Yo seguí mi camino y no me enteré de más, pero me picó la curiosidad; ¿qué habría pasado?

Intuí por dónde podían haber ido los tiros la semana pasada cuando salía por el portal con la bici, y Daun pasaba por allí con su bastón en ristre. “Hola guapa...” me dijo con ese atrevimiento suyo habitual. Yo toda sonriente le contesté como siempre “¡Hola!”, mientras subía la pierna por encima de la bici para montarme. “¡Vaaaaaya culo!” le oí decirme al muy jodío con todo descaro. Claro, me quedé flipada con el morro del menda, mientras me alejaba en la bici partiéndome de risa, oyendo cómo a mis espaldas él seguía con su tono desfachatado: “Adiós guaaapaaa, buenos díaaas...”

Qué tipo. Es que tenemos en el barrio personajes para todos los gustos, hasta un Down viejo verde; de verdad que somos afortunados.

lunes, 31 de octubre de 2011

Cotidianas sigue cumpliendo años

Un octubre más, Cotidianas cumple años; cuatro esta vez. Como cada año y para seguir la tradición, os dejo una imagen de cómo sería Cotidianas, si en vez de un blog fuera una niña -y esa niña fuera yo.

Las niñas que no son yo, son mis primas Ana y María.


Este año además tiro el blog por la ventana, e introduzco una novedad; el test Cotidianas; ¿Qué tan fan de Cotidianas eres? ¿Cuántas preguntas eres capaz de responder sin mirar? ¿eh? ¿eh? ¡Y no vale hacer trampa, leñññeee! 

Doce meses, doce preguntas:

Noviembre 2010: ¿Qué tipo de establecimiento era Mundo Fantástico antes de que se convirtiera en un sex shop, manteniendo el nombre original?
Diciembre 2010: ¿De qué dos animales eran los dos cojines que me hice el pasado Diciembre?
Enero 2011: ¿Cómo “se llamaba” mi vecino El Póster antes de ser re-bautizado con ese apodo?
Febrero 2011: ¿Quiénes eran Las Necrosantas, y por qué se llamaban así?
Marzo 2011: ¿De qué dos artistas (masculinos) eran las vulvas que pudimos ver en Cotidianas, en el post del día de la mujer?
Abril 2011: ¿Cuál es el apodo del apolíneo cuerpazo que nos honró con su estancia de apenas unos meses a los vecinos de mi bloque?
Mayo 2011: ¿De dónde procede la expresión “más chulo que un ocho”?
Junio 2011: ¿Qué significaba en su origen tener una “vida frugal”?
Julio 2011: ¿Quiénes eran Velcro y Vega?
Agosto 2011: ¿Cuántos posts publiqué este mes?
Septiembre 2011: ¿Quién dijo la frase: “¡No te hagas el bueno, que te estuviste acostando conmigo durante dos años y no me dijiste que tenías sida! ¡Fíjate lo bueno que eres!”?
Octubre 2011: ¿Qué se podía leer en la foto que me usurparon sin mi permiso los del blog “La llave del mundo”?

Hala, si os habéis sabido de 6 a 12 respuestas, os auto-infligís un gallifante, que es la recompensa que se da por aquí; lo siento, nada de cheques en efectivo ni vales de comida, que no están las cosas para bromas. Si os habéis sabido menos, vais a tener que aplicaros más en el nuevo ejercicio que mañana comienza -lo siento, no hay repesca.

¡Y FELIZ CUARTO CUMPLEAÑOS A COTIDIANAS! ¡¡¡¡BIEEEEEEENNN!!!!

 Dibujo de mi sobrina Elia a la tierna edad de 5 años. ¡Toda una artista!

Actualización: Para los curiosos, respuestas en el comentario 10

miércoles, 26 de octubre de 2011

Rescatadas, rescatadas del olvido (24)

Susana: Pablo, me ha dicho tu profesora lo que pasó ayer ¿por qué te portaste mal en el cole?
Pablo (seis años): Es que... me compliqué. Me tiré al suelo, los niños se rieron, yo seguí y ...me compliqué. 

Cristina: ¡Ahora que estamos las cuatro, vamos a comernos los higos!
Yo: ¿las unas a las otras? :S

Uno de los más inminentes cancerólogos del mundo dijo... -Laura (no yo; otra)

Niño de unos cuatro años en el bus viendo un atasco, con voz de tremenda sorpresa: ¡Mira; hay los coches del mundo! ¡¡Hay todos los coches!!

Cari: Se me ha ocurrido la solución a la crisis; ¡que nos invadan los islandeses!

lunes, 24 de octubre de 2011

Love in Lavapiés


Ayer bajando en bici la calle Embajadores, a la altura de Cascorro, me encontré esta pintada; "LOVE AGAIN"; ama otra vez. Me llamó la atención y pensé si hacerle una foto o no, pero decidí pasar de largo. ¿Cómo que pasaste de largo?- pensará alguno- ¿Y esa foto qué? Bueno listillo, es que avancé una manzana y me encontré esta otra, al lado del teatro Pavón


y una que ya ha visto mucha pintada, se lo olió: "Esto va a ser una serie". Fotografié la segunda pintada, volví sobre mis pasos -bueno, sobre mis rodadas- e hice la foto que más arriba habéis visto. Luego continué mi rodar cuesta abajo, parando en cada esquina a fotografiar el amor en las paredes de Lavapiés. Esto es lo que me fui encontrando.



LOVE
      IS ON THE WAAALLS, EVERYWHEEERE I LOOK AROOOOUND...  

¿Será una señal del cosmos?

jueves, 20 de octubre de 2011

El cartero siempre llama dos veces -pero no solo él

Justamente ayer comentaba con Juan Carlos lo de mi cartero; desde que llevo en esta casa ya va para 12 años, tengo el mismo cartero que siempre llama al telefonillo de la misma manera –meec, meeeeec; dos veces. Así que antes de contestar ya sé que es él, y siempre lo hago de la misma manera: “Buenos diaaaas...” y él responde muy simpático “¡Buenos días!” Le abro, y ya está.

Así que cuando esta mañana he oído el telefonillo (meec-meeeec) no lo he dudado:

- Buenos díaaaas... He dicho con mi habitual tonillo juguetón.
- Buenos días –en seguida me he dado cuenta de que no era mi cartero- policía. ¿Me podría abrir, por favor?
- ¿A la autoridá? ¡Faltaría más! -Meeeec... Abierto.

Apenas unos instantes más tarde sonaba el timbre de mi casa.  Al abrir me he encontrado un fulano de paisano que no llegaba ni a los 25 años, con el casco de la moto aún puesto (¡!) jadeando por el esfuerzo de subir las escaleras.

-Buenos días, policía –y me ha enseñado, esta vez sí, la placa, que no he alcanzado a ver si era de munipa o nacional- Ha sido usted quien me ha abierto, ¿no? –con la respiración entrecortada.
-Sí, he sido yo. ¡Cómo estamos! ¿eh? –le he dicho en tono de sorna- ¡que son solo tres pisos!
-Ya, bueno... –ha contestado azorado por su lamentable forma física- ¿Sabe si Laura López vive aquí, en el primero Z?
-Sí, aquí vive.
-¿Y no sabe a qué hora se la puede encontrar?
-Pues no sabría decirle, por la tarde, supongo...
-¿Le importaría darme su DNI para que recoja su nombre?
-¡En lo absoluto! Colaborar con la autoridá es siempre un inefable placer -es preferible tenerlos contentos, que nunca se sabe.
-Ah, que es usted Laura Superguay. -ha dicho con voz de desaliento cuando ha visto mi DNI- Ya habló usted con un compañero el otro día.
-Sí, efectivamente señor agente. Con su compañero expresidiario -me he quedado con ganas de añadir.
-Ah, pues mejor le tomo los datos a otro vecino. Es solo para que otra persona más confirme que Laura López vive aquí, y siga viniendo alguien para entregarle la citación.
-Comprendo. Adiós, buenos días.

Mientras cerraba la puerta, el poli ya estaba timbrando donde mis vecinos de al lado. Estos son la pareja que me encontré antes del verano en la manifestación atea; los ateos les llamo yo desde entonces. Y deben de ser reivindicativos ellos, porque poco después de que yo colgara mi pancarta de “Democracia real YA”, colgaron ellos una muy bonita de “Stop redadas -estamos conviviendo”. Mucho más pequeña que la mía, eso sí.

.
El caso es que he oído la puerta abrirse, pero no he oído las primeras frases. Sí he oído las siguientes -a medias:

Poli: Pues no, yo no me lo invento. El juez es el que lo dice.
Ateo: Bueno, yo opino eso.
Poli: Pues está usted muy confundido. Adiós buenos días.

¡Y me he quedado con las ganas de saber qué ha dicho el Ateo ahí, y la razón por la que se ha negado a dar sus datos -con un par muy bien puestos! Cuando me cruce con ellos en el portal no se me escapa, eso está claro. Y de ahí a contarlo por aquí, todo una -tiempo al tiempo.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Soy famosa

¡Si es que estoy que me salgo! Me debo de estar haciendo famosa o algo; el domingo pasado estaba dando un repaso a mi google reader, leyendo los blogs que sigo, cuando de repente en La llave del mundo -una página que sigo hace tiempo en la que cada día del año presentan una palabra rara, o interesante, o divertida-  me topé con... ¡una foto mía! (yo, autora de la criatura quiero decir).

  La foto usurpada

Primero flipé, luego me planteé si no sería una foto de la misma pared hecha por otra persona, luego busqué la mía y la contrasté con la del blog usurpador, miré ambas y confirmé que no, que indudablemente era la mía, luego pensé en la conveniencia de indignarme o no de que usaran una imagen mía sin mi autorización y sin mencionar mi autoría: “Ya, pero yo también uso a veces imágenes de otros –me dije para mi fuero interno- ¡¡pero yo no me lucro con mi blog y estos sí!! ¿Qué hago? –continué el monólogo interno- ¿Me quejo, no me quejo...?”

Para salir del atolladero de indecisión decidí dejarles un comentario en su post reclamando la maternidad de la criatura, con un enlace a mi post en el que publiqué la foto hace un año. Han pasado un par de días y nadie se ha manifestado para decirme nada, y ya veré si me da por hacer algo más.

El caso es que entre aquel primer comentario cutre- insultante vertido en y para mi blog (síntoma indiscutible de éxito total, creo yo –y corregidme si me equivoco) y la usurpación de mi foto... yo que soy consciente de mis debilidades he de reconocer que no creo que pueda evitar por mucho tiempo... que la fama se me suba a la cabeza. Ya lo he dicho.

¡Solo me falta que algún lector me reconozca un día por la calle! Ese día empiezo a cobrar por visitar Cotidianas -pues menuda soy.

martes, 18 de octubre de 2011

Ig Nobel procrastination

(Continuación del post Please don't procrastinate)

Probablemente utilizando Internet como modo de procrastinar alguna tarea importante, hace un par de semanas di con un artículo en el que se anunciaban los ganadores premios Ig Nobel del año 2011. 

Los Premios Ig Nobel son la parodia americana de los premios Nobel (el nombre es un juego de palabras con la palabra ignoble, innoble) que se conceden anualmente por Improbable Research a logros triviales en la investigación científica. El objetivo de dichos premios es, según la organización, “primero hacer que la gente se ría y luego que piense.” 

Los galardonados con estos premios no son ni mucho menos unos mindundis, ni es el galardón motivo de chanza; de hecho Andre Geim, honrado con el premio Ig Nobel en el año 2000 por su utilización de imanes para hacer levitar una rana, fue diez años más tarde premio Nobel de física -esta vez el de verdad. 


Pero no me enrollo, que yo estoy aquí para encender una lucecita al final de vuestro túnel de procrastinación, ya que este año el premio Ig Nobel de literatura ha sido concedido a John Perry, profesor de filosofía de la Universidad de Stanford, por su Teoría sobre la Procrastinación Estructurada, que de manera muy sucinta sugiere que «para conseguir grandes resultados, hay que trabajar siempre en algo importante, usándolo como forma de evitar hacer algo que sea aún más importante».

A continuación, para aquellos procrastinadores ávidos de conocimiento, un breve resumen del ingenioso artículo galardonado, Structured procrastination. (o por lo menos asómate a ver las estampitas)

sábado, 15 de octubre de 2011

A Laura le busca la poli

Bueno, va a llegar un día en que os vais a pensar que me invento las historias de mis vecinos, porque hasta yo la flipo. Esta mañana bajaba las escaleras de mi casa camino de Pilates, y en el primer piso me veo un tipo con unos folios en una mano y un boli en la otra, y se dirige a mí:

-Buenos días, ¿vive usted aquí?
-Sí.
-Soy policía (no sé si dijo nacional o municipal, maldita sea)–e hizo amago como de enseñarme la placa que presuntamente llevaba colgada del cuello debajo de la camiseta; el tipo iba de paisano- ¿sabe usted si vive aquí Laura López?
-Sí, vive aquí.
-¿en este piso?
-Sí, sí, en este piso
-Muy bien, ¿Usted en qué piso vive?
-3º B
-¿Me puede decir su nombre, por favor?
-Laura Superguay

Mientras el tipo lo apuntaba yo qué sé dónde, le eché un ojo al papel que tenía entre las manos, que creo recordar que era una citación de algo. Para contaros mi hipótesis, debemos recapitular un poco:

Laura es aquella vecina a quien Jorge en una de sus llamadas telefónicas me dijo que le había parecido oírla llorar. El insigne día en que fui deslumbrada por primera vez por la inefable belleza del Adonis, y me preguntó si me habían robado en casa y yo flipaba a chorros.

Pero luego yo me hice mis cábalas; que Laura podía que estuviera llorando porque habían robado en su casa. Cuando unos días más tarde me la encontré en el portal, confirmó mis sospechas. 

Así que digo yo que cabe la posibilidad de que el secreta estuviera ahí por algo relacionado con aquel robo. A mí indudablemente me encantaría creer algo más divertido, pero así a bote pronto no se me ocurre.

Ahora, os digo que los secretas cada vez tienen más pinta de macarras; este tenía en una mano el típico tatuaje que se ponen los presos entre el dedo gordo y el índice. No sé, un pelín feo, ¿no? Además, que no sé por qué iba de paisano y no de uniforme -con la prestancia que da un uniforme. Y la placa yo en ningún momento la vi...

Mmmmm... me huele a chamusquina.... El próximo día que vea a Laura le interrogo sin compasión con la excusa de velar por su integridad: "No... yo por si el supuesto secreta o poli de paisano este era en realidad un delincuente, que ya no sabe una ni qué pensar". Y a ver por dónde sale la cosa.

viernes, 14 de octubre de 2011

Please don't procrastinate...

...it's not good to masturbate. Sexual healing -Marvin Gaye

Vale, pero para escribir el post primero estaría bien averiguar antes algunas cositas, como por ejemplo cuándo entró la palabra en el DRAE, porque juraría que la busqué hace unos años y no estaba. Anda mira... interesante. Muy bien; a ver... ¿habrá algún chistecillo jocoso más para ilustrar el post, aparte de los que ya tengo? A ver en google imágenes... 

Bien, creo que ya tengo todo el material que necesito, ahora solo queda ponerme a escribir. Me voy a dar una buena duchita para prepararme, y ya me pongo a ello. 

(A la salida de la ducha) Joé cómo está el suelo de pelos, ¡madre mía! ¡me voy a acabar quedando calva, ya verás! Voy a pasar el aspirador por toda la casa así rapidito, y luego con el suelo ya limpito me pongo a ello, que lo voy dejando, lo voy dejando, y tengo la casa hecha un genocidio. (Al acabar de pasar el aspirador) Jo, pero es que sigue sucio. Ná, tendré que pasar la fregona para dejarlo niquelao.

Ya está; ya estoy lista. Desenchufo el portátil del salón y me lo llevo a la habitación; desde allí yo creo que me distraigo menos. ¡Mira qué bonita tengo la gerbera! Ay... ¡pero si tiene bichitos! Maldita sea... le voy a echar ese producto que tengo. Fus, fus, fus. Ya de paso le echo también al laurel, que tiene cochinilla otra vez. Fus, fus, fus. Ay pobre laurelito, si está más seco que el ojo de un tuerto, voy a regarlo que si no luego se me pasa. Bueno, ya que estoy riego todas las plantas.
 
Hala, cojo una  botellita de agua y me pongo ya. No mira; mejor que agua me hago un té, que está más rico.  Ah, y voy a poner una varilla de incienso, y así creo ambiente de recogimiento y concentración...

Pero sigo haciendo cosas inútiles; así es cada vez que tengo que escribir un post o hacer cualquier cosa que me da pereza. Sé que no soy un caso único: es lo que los angloparlantes llevan muchos años llamando, procrastinar. Y digo los angloparlantes, porque aunque actualmente el DRAE recoge la voz, no fue admitida hasta 1992, y aún ahora existe con un uso diferente al inglés, ya que según el diccionario es un verbo transitivo –necesita un objeto: “No paro de procrastinar el post”. Los sustantivos procrastinación o procrastinador directamente no figuran. A mí me da igual; pienso utilizar el sentido inglés con o sin el permiso de los académicos, ya ves tú, cosas peores he hecho.

Según la Wikipedia, la procrastinación es el acto de reemplazar tareas de alta prioridad por tareas de baja prioridad, posponiendo así ad infinitum las tareas importantes. Procrastinan los perezosos y procrastinan los hiperactivos haciendo mil cosas en vez de lo que tienen que hacer. Procrastinan los perfeccionistas por miedo a no hacerlo todo perfecto y procrastinan los que van de sobrados y creen que en una hora lo finiquitan. Hay procrastinadores crónicos y ocasionales.

Procrastina ahora y entra en pánico después

No sé si me equivoco, pero tengo la sensación de que el concepto se está convirtiendo en una especie de moda en Internet; hay infinidad de chistes en el ciberespacio aludiendo al síndrome, y multitud de páginas donde se dan consejos para combatir la procrastinación. He aquí una breve pero significativa selección: 
  • Consigue una adecuada organización del tiempo, concentrándote en realizar las tareas importantes que tienen un plazo de finalización más cercano.
  • Deja de auto-engañarte con excusas como que trabajas mejor bajo presión.
  • No lo pienses más y ponte a hacerlo, YA
Ayer dijiste mañana.

 ...¿Pero está de coña esta gente o qué? ¿De verdad son esto consejos serios? Es como decirle a un fumador que para dejar de fumar simplemente no te vuelves a poner un cigarrillo entre los labios y ya está. A ver; todos los procrastinadores sabemos que deberíamos dejarnos de pamplinas y ponernos al tema; somos procrastinadores, no idiotas. ¿Es que a nadie se le ocurre una solución con un poco más de miga? 

Pues parece que sí; me llegó hace apenas unas semanas. Pero tendréis que esperar a la segunda parte del post para descubrirla. 

Aviso que aún no la tengo escrita, así que poneos cómodos.