domingo, 29 de noviembre de 2009

La familia y la copa

Ayer estuve en El Juglar, viendo un concierto con Heather. No la veía desde hace más de tres meses, así que me dio un poco de rabia que viniera con su pseudo-pareja, porque no nos íbamos a poder poner al día como dios manda; pero lo cierto es que al final estuvimos a gusto los tres.

Cuando ya habíamos pasado de la cerveza a los cubatas y nos sentíamos más sueltos por los efectos de nuestra ingesta, Javi, que estaba contando una de sus historias, hizo un gesto ilustrativo con la mano y sin darse cuenta dio un pequeño codazo a su bebida, que se empezó a tambalear peligrosamente sobre la mesa. El tiempo se detuvo mientras nuestros seis ojos miraban alarmados al vaso tambaleante, que tras unas pocas oscilaciones a cámara lenta, fue recuperando poco a poco su verticalidad, evitándonos el desastre -no sólo hubiéramos llorado la pérdida del brebaje; todas nuestras chupas estaban apiladas en un montículo sobre la mesa.

-¡Huy, por los pelos! -dije yo por los tres-. A mí cuando me pasan estas cosas, intento ser consciente de la pequeña catástrofe de que me he librado, y doy gracias “al cosmos”. Así las veces en que el desastre llega a materializarse, me consuelo pensando que también otras muchas me salvé, y me parece menos “injusto". Como el otro día que casi se me escurre la botella del aceite de entre las manos y pensé en la putada que podría haber sido; que es de cristal, y en el peor de los casos se podría haber caído sobre la vitro y romperla. O sólo caerse y romperse, y todo el aceite por la encimera y el suelo, con lo coñazo que es limpiarlo, que se mete por todas partes. Y pensar que me he ahorrado todo eso me da un buen rollo...

-Ya, e incluso cuando sucede el desastre -añadió Javi-. Como yo el otro día, que fui a colocar unas copas en la vitrina del salón después de fregarlas, y una se quedó mal colocada y empezó a tambalearse, y yo mirándola con otras tantas en las manos, sin poder hacer nada, pensando “no te caigas, no te caigas" y hace "pling" y se cae del estante. Y mientras caía yo pensaba “¡no te rompas, no te rompas!" y la copa iba rebotando en el suelo, una vez “clong" y otra vez “clong" y yo “¡no te rompas!" y ya en el último bote “¡crach!" Y yo “¡No, no te rompas en mil pedazos y te desparrames por todo el suelo!" Y se partió en tres pedacillos y ya, y yo me sentí de repente aliviadísmimo. Y mi hermano que estaba al lado y lo había presenciado todo dijo “Vaya, al menos no se ha roto demasiado." "Ya, eso estaba pensando yo." Y mientras me estaba agachando para recoger los pedacitos se oye a mi madre desde la cocina “¡Mira; una menos que fregar!"


¡Joder, qué familia! Parece salida de una fábula. La moraleja: “Quien es positivo, sabe sentirse afortunado hasta en la adversidad."

sábado, 28 de noviembre de 2009

Rescatadas 11

En un bar:
Yo: Ni me voy a esperar a estar más pedo para decírtelo...
Cari: Ya, yo también.

¡Revindico mi derecho a ser una mujer cinco! Pili

Serotonina; ¿dónde estás cuando más te necesito? Fidel

Pues mi tipo de hombre es... que no me toque los huevos. Yo.

Uno de los hilarantes chistes de Cari:
¿Qué animal hace “auc, auc”?
Un otap.

sábado, 21 de noviembre de 2009

El veneficio de las palabras

Dije que lo haría y aquí estoy para cumplir mi amenaza, para veneficio de todos. Esa es mi última palabra adquirida: “veneficio”. Así; con uve.

Cuando aprendo una palabra nueva, si no es directamente del diccionario –que me pasa; muchas veces busco alguna palabra y ya de paso echo un vistazo a sus vecinas; así he encontrado algunas realmente jugosas. Como decía, cuando encuentro una palabra nueva me voy a la RAE en Internet o al diccionario físico, para comprobar si es “de las de toda la vida”, de las “oficiales”. Si no la encuentro ahí, la googleo a ver qué me encuentro, a ver si me decido a adoptarla. Y “veneficio” es de las oficiales; está en el diccionario de la RAE, y eso supone un punto –o por lo menos medio punto.

Las palabras pueden tener puntos extra por diferentes motivos, por ejemplo “veneficio” tiene también punto por su ortografía, eso de que sea igual que otra palabra pero “mal escrita”, puede dar mucho juego en un momento dado. Como ayer; jugando al scrabble dije que iba a poner “ufo” y me saltaron encima “¡Eso es una palabra inglesa! ¡Querrás decir OVNI! Porque UFO es unidentified flying object…” Yo les dejé soltar lo suyo y luego solté lo mío: “Ir de ufo significa ir de gorrón. Búscalo si quieres.” Iñaki, que era mi compi de juego, se levantó para buscarlo en la RAE virtual, y efectivamente ahí estaba: “De gorra, de mogollón, sin ser convidado ni llamado” Y me apunté un tanto en mi mente. Luego ni puse la palabra; en realidad había sido todo un teatrillo.

Además del punto de estar aceptada por la RAE, y el de ortografía exótica, “veneficio” tiene otro punto por significado, y tres puntos significa que va del tirón al Diccionario Pedante, una agenda de teléfonos pequeñita en la que registro todas estas palabrillas que voy recogiendo por la calle. De vez en cuando le doy un repaso de la a a la z para que las palabras que he ido atesorando no vuelvan a caer en el olvido, y así poder echar mano de ellas en el momento oportuno.

En fin, que he dejado lo bueno para el final; ¿Qué podría significar “veneficio” para ser merecedora del punto de significado; “veneficio”, que es como “beneficio”, pero mal escrita?

Veneficio (del latín veneficium.) m. ant. Maleficio o hechicería.

Sé que quizás sea un poco iluso pretender que compartáis mi entusiasmo, pero ahí queda.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Una escena cotidiana

Iba yo esta tarde bajando por la calle Mira el Sol desde casa de Quique. Eran como las ocho y la calle llevaba ya unas horas iluminada por la luz de las farolas. La única persona por allí aparte de mí era una chica, que a unos cincuenta metros de donde yo estaba, se me iba acercando lentamente, paseando con su perrito de la correa. Yo iba pensando en mis cosas, apenas consciente de su presencia, y justo al cruzarnos, en el preciso instante en que nos cruzamos, oigo su voz decir en un volumen sobradamente audible: “¿Bacalao con tomate?” y continúa andando en silencio.

A la vez que reprimía una perpleja carcajada, mi mente trabajaba a toda máquina para encontrar una explicación a ese suceso tan particular, y en un segundo deduje que debía de llevar un pinganillo de móvil, y le había tocado hablar justo cuando estaba a la altura de mi oído.

Y he pensado que voy a probarlo yo; ir por la calle hablando a mi pedo, a ver qué se siente. O como la tipeja esta, soltar una frase cualquiera justo cuando me cruce con alguien; por ejemplo, yo que sé “Te reconcome, ¿eh?” o “Tuercas y tornillos” o “Voy a asesinar a tu gato”… lo que se me ocurra. Total, quienes me oigan van a llegar a la misma conclusión que he llegado yo hoy.

Procuraré ir bien aseada, para que no me tomen por una loca.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Abrazos

Una cuddle party, o fiesta de abrazos, es un invento estadounidense, definido por sus organizadores como “un taller/evento social, que ofrece a personas adultas una oportunidad de dar y recibir contacto físico afectuoso no sexual, en un entorno amistoso y sin expectativas ulteriores. Los abrazos se prodigan de acuerdo con las necesidades, deseos, intereses y barreras de los participantes."

Y yo me pregunto ¿Qué les pasa a los estadounidenses que están dispuestos a pagar 30$ para pasar una tarde acurrucándose con completos desconocidos?

Para quien ande escaso de efectivo, y/o le resulte embarazoso pagar a cambio de afecto, existe Free hugs, o Abrazos Gratis. Este movimiento internacional tiene como misión -como su propio nombre indica- "regalar abrazos" a diestro y siniestro. Para constituirte miembro del mismo, simplemente tienes que ponerte en un espacio público razonablemente transitado con una pancarta que anuncie tu intención -"Doy abrazos gratis"- y rodear con tus brazos de manera afectuosa a quien se te acerque para recibir su regalo.

Pero ¿Qué hace que una persona se lance a la calle a ofrecer/solicitar abrazos de extraños? ¿Qué hace que haya personas que se acerquen a estos supuestos samaritanos para recibir una ilusión de calor humano?

Fue nominada como uno de los mejores inventos de 2006 por la revista Times. La "hug shirt" es una camiseta que simula la experiencia de ser abrazado. A través de unos sensores de bluetooth incorporados en la prenda, el portador de la camiseta recibe de sus seres queridos, vía teléfono móvil, las señales que simulan el calor, latido cardíaco y presión de un abrazo.

Dejando de lado el engorro de tener que llevar la camiseta puesta a todas horas si quieres recibir el "abrazo", al menos lo recibes de alguien a quien conoces y que te aprecia. Pero vamos, que no sé por dónde empezar a expresar mis objeciones, ni si es necesario.

Y ya por último, hace un par de días viendo la televisión, vi el spot de lo que parecía una especie de bufanda-peluche con manos en ambos extremos. El nombre del invento era Hugo, y el mensaje que lo acompañaba: “Todos necesitamos un abrazo". Me metí en Internet y averigüé que el juguetito en cuestión es parte de un proyecto solidario de Cuatro -de cara a las navidades, diría yo- y es presentado como "un original personaje que convierte la sensación de un abrazo en un objeto cotidiano al alcance de cualquiera". ¿"La sensación de un abrazo"? ¡Qué paupérrimo sustituto!

-Ya nunca vienes a visitarme -le dice la abuelita al nieto.
-¡Pero si te regalé un "Hugo" las navidades pasadas!¿Es que ya no te acuerdas?... ¡Será desagradecida!

Todo esto me produce no sé si tristeza o escalofríos.

martes, 3 de noviembre de 2009

Oxímoros y quiasmos

Yo - Mira, vamos a ver los quiasmos, que algunos molaban.
Ray-Pues los oxímoros tienen que estar también de puta madre…
Yo - No te creas... a mí me gustaron más los quiasmos. Ya verás.

La vida te da sorpresas; ¿Quién me iba a decir a mí que iba a tener esta conversación de tan altos vuelos? Hace una semana no sabía qué significaban esas palabrejas, y ahí estaba el sábado, como tuteándolas, como si fueran amigas de toda la vida. Y es que las palabras me encantan, y cuando encuentro alguna que me gusta especialmente, en seguida me la apropio y la siento a mi mesa.

Pero ahora voy a ir al grano; dejaré para otro día la digresión sobre por qué me gustan las palabras -qué tipo de palabras son mis favoritas, mis criterios para elegirlas etc. ¡La que os ha caído encima!- y os dejo, sin más dilación, en la ingeniosa a la par que fascinante compañía, de... ¡oxímoros y quiasmos! (podría ser el nombre de un grupo musical).

Oxímoros

Un oxímoron consiste en armonizar dos conceptos opuestos en una sola expresión, formando así un tercer concepto. Dado que el sentido literal de un oxímoron es contradictorio -por ejemplo, “un instante eterno"-, se fuerza al lector a buscar un sentido metafórico; en este caso, un instante que, por la intensidad de lo vivido durante el mismo, hace perder el sentido justo del tiempo.

El término oxímoron es una palabra compuesta que une oxýs; “agudo, punzante’ y morós; fofo, romo, tonto’. Por tanto, el mismo término es en sí mismo un oxímoron -¡toma ya!

No son los oxímoros exclusivos de los poetas, también a los políticos/militares les encantan; es un secreto a voces: crecimiento negativo, aceleración cero, fuerza de paz, fuego amigo, inteligencia militar... (esta última, según Groucho Marx) Los oxímoros son, en manos de esta encantadora gentuza, un recurso fundamentalmente de despiste; "¿Ha dicho crecimiento? ¡Anda, qué guay!"

Vayamos con otros ejemplos más poéticos:

«Y la caja y la alcoba, en fecundas blasfemias/Por turno nos ofrecen, como buenas hermanas/ Placeres espantosos y dulzuras horrendas» -Las flores del mal, Charles Baudelaire.

“De haber sido neutral no habría necesitado esas terapias intensivas. Pero qué voy a hacerle, soy parcial, incurablemente parcial, y aunque pueda sonar un poco extraño, totalmente parcial.“ -Soy un caso perdido, Mario Benedetti.


Quiasmos

En el Quiasmo -también llamado "paralelismo inverso"- la primera parte de una frase es equilibrada por la segunda, que la refleja en orden inverso, a fin de que la disparidad de sentidos induzca a la reflexión:

“Never let a fool kiss you or a kiss fool you“. (Nunca dejes a un tonto besarte o a un beso atontarte), Frase que da título al libro sobre quiasmos conspícuos, de Mardy Grothe .

"Your manuscript is both good and original; but the part that is good is not original, and the part that is original is not good." (Su manuscrito es bueno y original; pero la parte que es buena no es original, y la parte que es original no es buena.) Atribuido a Samuel Johnson

“Tardamos mucho tiempo en advertir sus hilos, una tensión que limitaba nuestros movimientos; que sembraba silencios de más en las palabras y palabras de más en los silencios -Castillos de cartón, Almudena Grandes.


Entonces ¿qué?¿Estáis con Ray o conmigo? ¿Cuáles molan más?

lunes, 2 de noviembre de 2009