miércoles, 31 de octubre de 2012

Cotidianas cumple un lustro... y se despide

Hoy Cotidianas cumple cinco añazos, y para seguir la tradición os dejo la imagen de cómo sería Cotidianas si fuera una niña… y si esa niña fuera yo.


Últimamente no sé qué me pasa, pero no tengo ganas de escribir. Lo habréis notado en que cada vez los posts han sido mucho más espaciados, menos de “historias” y más de fotos (manualidades incluidas), y es que… no me salen las ganas de acabar de poner en palabras las anécdotas que me pasan; he perdido ese “empuje”.

No es por falta de ideas; tengo muchos posts rondándome en la cabeza que no han llegado a materializarse, como la historia de cuando los gays del primero y del último (el ex el adonis) que se han hecho vecinos-colegas, vinieron hace un tiempo a mi casa y estuvimos los tres marujeando.  Me contaron que Jorge, quien yo creía que era mi vecino “admirador” del tercero, ¡en realidad llama por teléfono regularmente a todos los vecinos -incluyendo  al gay del primero!

 "Me pregunta, "¿qué tal tus padres?" A ver Jorge, que ya te dije hace tres años que mi padre murió; pregúntame “qué tal tu madre”, que por lo menos parezca que escuchas lo que te contesto."

O sea, que  Jorge, de quien durante años temí un aproximamiento que nos pondría en una situación muy incómoda, en realidad hace su ronda de llamadas por todo el bloque!  ¡No soy ni especial para él! No me malinterpretéis, estoy encantada, pero hay que ver los giros que da la vida… ¡ocho años pensando que Jorge me quería a mí!

Y la Lectora de la Farola, ella también tiene un post nonato; uno en el que contaría, más o menos adornado, que la última vez que la vi fue en abril, a plena luz del día y con una chaqueta fluorescente para no pasar desapercibida.  En todo el verano no la he vuelto a ver sentada en su bolardo leyendo salmos a la luz de la farola, y me quedo con las ganas de confirmar mi sospecha de si debajo del sempiterno gorro que le da su apodo, Ignatia (de Ignatio Railly, la conjura de los necios) tiene pelo o es calva como una bola de billar. ¿Volveré a verla con la llegada de las bajas temperaturas? El tiempo lo dirá.


O la historieta en que planeaba contaros sobre  el curso de Gimnasia de mantenimiento que he empezado; este curso no me ha tocado yoga en el sorteo anual del Centro Cultural pero me tocó gimnasia de mantenimiento, y decidí probar a ver qué tal. El primer día me encontré con que el 90 por ciento de las alumnas son sexagenarias o más, lideradas por profesor gay que está encantado pastoreando su rebañito de marus –el tío es un crack, hay que verle en acción. Y ahí sigo, divirtiéndome con el chou.

También tengo una entrada nunca parida sobre mis vecinos de al lado, que de ser “los ateos” por encontrármelos de "recién vecinos" en una manifestación laica, han llegado a ser los “ffffffffffffuuuu…”, por su afán infatigable de pasar la aspiradora, horas intempestivas  incluidas -las doce de la noche, por ejemplo. Albergo la sospecha de que uno de los dos tiene una alergia virulenta al gato con quien comparten piso, porque si no no se explica.

Y hablando de gatos, también tenía pendiente un post de actualización de la aventura gatitos”, en la que contara algunas de las entretenidas y entrañables anécdotas felinas con las que me deleitan día tras día Fusca y Ágata -ya me han hecho el truco del papel higiénico transformado en serpiente reptante en un par de ocasiones, qué majas. No les queda mucho tiempo conmigo ya; parece que a Ágata le han encontrado casita, y Fusca con lo guapa que es seguro que no tardará mucho en ser adoptada también -¡qué penita separarlas!


Tenía hasta un proyecto estrella que compartir con vosotros en los meses venideros, sucesor del “proyecto guante” (aquel en el que durante la temporada de otoño-invierno fui recogiendo los guantes que me iba encontrando en la calle). En el nuevo “Proyecto famoso” tenía pensado ir apuntando cada famoso que me fuera encontrando por las calles de Madrid; ¿cuántos vería en tres meses, por ejemplo? ¿Un par al mes? ¿más? De momento he empezado con Eduardo Casanova, el actor que hace de niño gay en Aída, a quien vi por la Plaza Santa Ana de la mano de su novio -ese que hace poco colgó por equivocación una foto de los dos desnudos y muy abrazaditos.

Llevo todos estos posts en el cerebro, flotando en un cada vez más denso sentimiento de culpa por no estar “cumpliendo” (yo qué sé…) y me estorba ya un poco todo esto. Así que he decidido cogerme una “excedencia”, o sea, que desaparezco hasta quién sabe cuándo.

Había pensado no hacer oficial mi ida, por si me vuelven las ganas de seguir escribiendo… pero he decidido que en vez de dejar que esto se vaya desvirtuando y perdiendo fuste (más), metiendo un post al mes, o ninguno, y al cabo de dos meses otro…  prefiero tirar de determinación y hasta de valentía, dar un corte limpio e irme con buen sabor de boca y casi hasta con una miajita de pena. Quizás más adelante eche de menos la blogosfera y quiera volver, o incluso decida empezar un blog nuevo; una nueva etapa. Si lo hago, no dudéis que os informaré.

Gracias a los que habéis estado por aquí “entre bambalinas”, leyéndome; a quienes ya me conocíais y os pasabais de vez en cuando para ver qué me contaba, a quienes me conocisteis por Cotidianas y a veces dejabais vuestra participación escrita, y a quienes nunca os dio por hacerlo… daos todos por aludidos; a fin de cuentas lo que escribía os lo estaba contando a vosotros.

Para quienes os apetezca seguir pasándoos por aquí, Cotidianas seguirá abierto. He añadido en la columna de la derecha un gadgetpost aleatorio, para que si queréis podáis echar un vistazo a alguna de las 398 entradas que en estos cinco años he dejado escritas; hasta puede que yo me pasee por ellas en caso de ataque de nostalgia.

Han sido cinco años de tener el blog en mi vida; cinco años de compromiso con este proyecto. Solo tengo sentimientos positivos de la experiencia, pero lo cierto es que me apetece el cambio.

Así que, como diría Truman; 



“Por si no os vuelvo a ver, buenos días, buenas tardes y buenas noches…”

domingo, 28 de octubre de 2012

TV or not TV

Hoy me he  quedado sin tele. Ya, ya, algunos saltaréis indignados, “¿¡Pero esta jeta no decía que no tenía tele hace tres años!? ¡mentía!” Pues sí, mentía, porque en realidad lo que no tenía era TDT; cuando hubo el “apagón analógico” decidí quedarme a oscuras -porque para lo que había que ver- pero seguía teniendo la tele, el electrodoméstico, para usarla de “monitor” del DVD o del ordenador. De pascuas a ramos.

El caso es que llevaba tiempo preguntándome para qué leches tenía yo este mamotreto en mi salón ocupando un preciado espacio, cuando en realidad la mayoría de las pelis o series las veo ya en el portátil. Así que cuando el viernes vi un anuncio en Nolotiro en el que pedían una tele "aunque fuera de las culonas y sin TDT" me dije; esta es la mía.

Y acaban de venir a llevarse ese macro coroto que llevaba ya más de doce años en el salón, casi como centro gravitatorio de los demás muebles, y no estoy segura de por qué, mientras esperaba a Cristina, la chica que se la ha llevado, sentía como un “ya no hay vuelta atrás” ¡¿Y qué si no hay vuelta atrás, leñe?! ¡Que parezco tonta! Lo que son las adicciones…

Lo siento, no tengo TV. 
¿No tienes televisión? ¿Y hacia donde apuntan todos tus muebles?

Ahora me siento en el sofá y veo el vacío que ese aparato grandote, feo e inútil, ha dejado en el mueble de la televisión (que tendrá que ser rebautizado) y hay ahí un “desequilibrio” extraño, como un “aquí falta algo” -la tele, claro. Pero por otro lado es un vacío sosegado, agradable, al que estoy segura de que no me va a costar mucho acostumbrarme.



La putada, eso sí, es que la tele tapaba unos roces que ella misma había hecho en la pared y que yo había cubierto con pintura roja no exactamente igual, y ahora se nota. Y con lo que soy yo, ya verás... tendré que pintar el salón entero. Bueno, en realidad ya tenía ganas y casi hasta tengo pensado el color, así que mira, si la desaparición de la tele me sirve de estímulo, ya es una cosa más que me llevo.

En fin televisioncita, que tanta paz te lleves como descanso dejas… AMEN.


martes, 25 de septiembre de 2012

Agustín Lara, un vecino de Lavapiés

Este es Agustín Lara, y "vive" en Lavapiés, en la plaza que lleva su nombre -aunque muchos de nosotros la llamamos La plaza de la iglesia rota, pero eso es otra historia. 


El personaje en cuestión es el autor entre otras de esa popular canción que dice: 

Cuando vayas a Madrid chulona mía 
voy a hacerte emperatriz de Lavapies 
y alfombrarte con claveles la gran vía 
y bañarte con vinillos de jerez


razón por la que probablemente se convirtió en "vecino adoptivo" de nuestro barrio.

Hace muchos años, cuando me mudé a Lavapiés, la estatua estaba en otra parte de la plaza, y cuando hicieron obras de remodelación, desapareció durante unos interminables meses. Los vecinos pronto empezaron echarle de menos, y como tardaba en volver a ocupar su lugar, comenzaron a aparecer en los balcones de la plaza grandes pancartas pidiendo su regreso: "¿Dónde está Agustín Lara?" "¡Queremos que Agustín Lara vuelva a nuestra plaza!" Hasta que volvió.

Desde entonces ahí ha estado, pasando estoicamente las estaciones, con lo que parece ser un cigarro invisible entre los dedos -o haciendo un corte de manga, dicen las malas lenguas.

No es infrecuente verle "decorado" con un libro en la mano, con un sombrero, 


Una chaqueta a medio poner...


un abrigo...


Yo siempre he visto estas "decoraciones" más como una muestra de cariño, como una forma de integrarle en la vida del barrio, que como un acto de "gamberrismo" más o menos inocente; como la estatua de Valle Inclán del Paseo de Recoletos a la que cada 27 de marzo, Día Mundial del teatro, homenajean poniéndole una bufanda blanca.

Últimamente nuestro Agustín se ha hecho activista, y en fechas señaladas amanece portando carteles en los que anima a la revolución (o re-volución) 


o llevando la camiseta de la "marea verde" en defensa de una escuela pública para tod@s...


La última imagen es de hace apenas unos días; esta vez con una discreta flecha en su pedestal nos indica el camino a seguir en estos tiempos de crisis, corrupción política y represión que nos toca vivir.



Así que Agustín, querido vecino, te haremos caso;

¡Eso, eso, eso, 
Nos vamos al congreso!

sábado, 22 de septiembre de 2012

Fusca y Ágata

Cuando ya se me habían acabado las ideas de diseños para mi jardín zen, me llegó ayuda externa; ¿adivináis?


Esta es Ágata. Se llama así por el color verde de sus ojitos. Y porque es una gata. Cuando me la dejaron en acogida se llamaba Manchitas, como su propio cuerpo indica, pero... como que no tenía mucha gracia el nombre, así que se lo cambié. No es que el que yo le he puesto sea la repera, pero era fácil superar "Manchitas".

¿Qué?
Ahí de fondo en la segunda foto podéis ver otra gatuna; esta se llamaba Negrita. En fin. Yo la he rebautizado como "Fusca". "Fusco" significa oscuro tirando a negro, lo cual es lo mismo pero mejor, dónde va a parar. Estoy contenta con su nombre.

Ágata y Fusca son hermanitas, y tienen un mes. Las pobriñas han sido rescatadas de la calle, y llegaron a mí un poco flacuchas, pero en apenas una semana que llevan conmigo eso ha cambiado radicalmente y han echado una pancita que pa' qué -y es que más que comer, aspiran la comida, las tías. El jamón York las vuelve locas; pero vamos, que cuando termino de dárselo no me dejan en paz y me persiguen por toda la casa maullando angustiadas, clamando más; por eso ahora me lo pienso dos veces antes de darles su manjar favorito.

Tan inocentes que parecen...
La comida suya habitual es pienso seco, que lo comen con bastante menos fruición. Bueno.. uno de los primeros días me encontré a Fusca con la cabeza hundida en el plato de pienso -y cuando digo "hundida", eso es justamente lo que quiero decir- totalmente inmóvil, durante un buen rato. Pensé que se había quedado dormida después del banquete, en plan romano, pero luego oí un tenue "chup, chup, chup" y me di cuenta de que la pobre estaba succionando! ¡Jo... qué penuca más grande! Ágata hace algo parecido; se mete una bolita de pienso en la boca y la succiona también, como si fuera un chupete -¡pobrecitas mías; echan de menos a su mami gatuna! Por eso cuando estoy en el sofá se tumban sobre mi tripa o mi pecho y me buscan los pezones, y como no los encuentran (a ver; lo que ellas entienden por "pezones") eligen un sitio al azar de la camiseta y empiezan su "chup, chup, chup", sin parecer importarles que de ahí no mane nada.

Fusca y su barrigoncio.
Al principio estaba un poco preocupada por cómo se pudieran llevar con Flecha; los últimos gatitos que tuve en acogida la martirizaban un poco, persiguiéndola e intentando darla caza, así que Flecha no salía de su habitación casi nunca. Estas sin embargo, como son tan canijillas no se atreven con un bicho más grande que ellas, y Flecha se ha embravuconado y hasta se come su pienso y se bebe su agua tan pancha, sin importarle si las gatitas están por ahí o no -y ellas parecen asumirlo.


En el tiempo que llevan conmigo su nivel de actividad se ha incrementado al ritmo del perímetro de su "cintura", y he tenido que quitar los potos de su alcance porque no hacía más que encontrarme hojas amputadas por todo el salón. Además empiezan a jugar juntas, cosa que antes no hacían; he aquí un vídeo de las dos jugando con sus ratoncitos, y Ágata poniéndose un poco posesiva con el suyo, ¡Con lo bonito que es compartir, Ágata! 


(Aún no he reemplazado mi defenestrada cámara -DEP- de ahí la escasa calidad del vídeo, hecho con el móvil. Las fotos, otro tanto.)

En fin, que estamos las cuatro tan felices y contentas compartiendo hogar en paz y armonía -ya os iré contando cómo evoluciona la cosa.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Jardín zen


Os presento mi nuevo jardín zen, elaborado cien por cien con materiales reciclados -o sea, que no me he gastado un duro en hacérmelo. Bueno, miento; el tinte color wengé tuve que comprarlo, pero lo necesitaba para otra cosa -y solo me costó 2.50 €.

¿Qué cómo lo hice? Comencemos por el tablero; una especie de contrachapado grueso, de 1'50 cm de espesor que me encontré en la calle hace tiempo. Tenía tan buena pinta que me dije "este me lo llevo, que para algo me servirá." Y no me equivocaba.


Tenía también los listones que utilicé para formar el cajón -me debieron de sobrar de alguna manualidad. Los corté del tamaño adecuado, y los pegué al tablero con cola blanca.


La cola blanca siempre la tengo en casa -y otros dos o tres tipos de pegamento; nunca faltan.


El rastrillo lo hice con un trocito del mismo listón, un palito de pincho moruno y palillos de dientes.


Después lo teñí todo y cuando se hubo secado (o quizás hasta un poquito antes, siendo como soy tan impaciente) lo llené de arena que traje de mis vacaciones en Conil este verano. 

Luego cogí unas cuantas piedras de las que andan por casa (no sé si serían de las que Cari o Pili me traen de  regalito de sus viajes o de las que cojo yo del campo o la playa) y las puse sobre la arena. Para darle un toque "vegetal" le puse también un retazo de césped artificial que me encontré en la calle y añadí un detalle oriental con un buda que me regaló Heather hace cinco o seis años. Para finalizar, un toque cálido con una velita... ¡y a rastrillar se ha dicho!

La primera noche sobre todo estuve un buen rato peinando la arena; probablemente era nostalgia de la playa, porque estaba recién regresada. Es muy agradable y muy relajante deslizar el rastrillo muy suavemente, intentar conseguir hacerlo de un solo trazo, inventar nuevos diseños.... Lo bueno es que cuando me canse de tenerlo decorándome la mesa del salón, lo "desmonto" y aquí no ha pasado nada. 

Estos son algunos resultados de mi primera sesión de jardinería zen. No es que me sienta orgullosa de ellos; es simplemente una muestra de lo  mucho o poco que puede dar de sí el asunto. (siento la mala calidad de las fotos, pero me he quedado sin cámara -se me cayó en la arena, grrrr...- y están hechas con el móvil.)




No soy la única que disfruta mi jardín zen; hay unas nuevas inquilinas en casa que también parecen encontrarlo muy agradable... en el siguiente post os cuento ;)

martes, 18 de septiembre de 2012

No hope, ¡bieeen!

hope: esperanza.

Acabo de toparme con esta foto en una de mis carpetas. Es una pancarta que hizo JC  para una manifa de funcionarios cabreados a la que fue en julio; a la vuelta pasó por casa y a mi se me ocurrió poner la pancarta en "el baño" de Flecha con la esperanza (juego de palabras inintencionado) de que le cagara a la Espe en toda la cara. Fue en la frente, pero suficientemente satisfactorio.



 ¿Quién me iba a decir a mi que apenas un par de meses más tarde esta malísima pécora, hija de satanás acabaría dimitiendo y yéndose por su propio pie de la Comunidad de Madrid? ¿Qué tramará esta grandísima zorra? Miedito me da. Hubo quienes pensaron que tal vez su cáncer había retornado, pero yo no me creo nada; mala hierba nunca muere -y ella ha demostrado ser mala, mala, y sorprendentemente reticente a exhalar su último hálito, la cabrona. 

 De momento hoy ya  ha conseguido un nuevo curro de funcionaria en Turespaña -se me acaban los insultos.  

En fin, que tengo otros cuantos posts rondándome la cabeza; iré tirando del hilo a ver qué sale -no quiero dejar a esta arpía por Cotidianas mucho tiempo.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Me pones en Umbrete

Seguro que a vosotros os ha sucedido en alguna ocasión, como a mí, daros cuenta de que una expresión no es como habíais asumido que era durante muchos años. Yo por ejemplo me sentí muy  ignorante cuando ya "de mayor" vi escrita la expresión "dar abasto". Me chocó tanto que hasta lo busqué en el diccionario para descartar que fuera un error, porque yo siempre había creído que era "dar a basto".

O cuando me enteré de que se decía "cajón de sastre" y no "cajón desastre" como siempre había pensado. Pero bueno, supongo que estas confusiones son normales; a fin de cuentas son expresiones "arbitrarias" que lo mismo podrían ser de una forma que de otra, y hasta no verlas escritas puedes no percatarte de tu error.

Hace ya muuuchos años, en una conversación con Quique, uno de los dos utilizó la expresión "poner en un brete", y de repente nos preguntamos: ¿qué narices será un brete? Es más; ¿podría ser que la expresión fuera en realidad "poner en umbrete"? Improbable pero posible, ¿por qué no?

Como eran tiempos pre-google, fuimos a la estantería, cogimos el DRAE y buscamos "brete"; esto fue lo que encontramos:
brete

1. m. Aprieto sin efugio o evasiva. Estar en un brete. Poner en un brete.
2. m. Cepo o prisión estrecha de hierro que se ponía a los reos en los pies para que no pudieran huir.

(Más tarde averigüé que la palabra "brete" se utilizaba también para designar cualquier aparato de tortura en el que se introducía algún miembro del reo para impedirle huir, someterle a vergüenza pública o darle tormento.)


Desvelado el elocuente y siniestro origen de la expresión "poner en un brete", y para dar una pequeña vuelta de tuerca, Quique y yo pensamos: "Ya pero, ¿no será algo umbrete?" Lo buscamos el diccionario con resultado negativo. Pero lejos de rendirme, al llegar a casa cogí un atlas y busque: "umbrete" ¡¡Y existía!! ¡en nuestra propia patria; en Sevilla! Obviamente no tardé en contárselo a Quique, y desde entonces cuando decimos u oímos la expresión "Me pones en un brete" añadimos por lo bajinis la coletilla "provincia de Sevilla."

Ni os podéis imaginar el gozo infantil que sentimos cuando años más tarde, camino de Portugal, vimos en la autopista el cartel de Umbrete: "¡¡Quiqueeee, estoy en Umbrete, provincia de Sevilla!! Una de esas tontunas que hacen ilu.

Para los incrédulos, esta es la foto del cartel de Umbrete que hizo JC este año -conocedor de la historia- jugándose la vida mientras conducía.


Casualmente yo también "estuve en Umbrete" este agosto e hice mi foto, que no salió tan bien pero que incluyo porque me encantó el nombre del otro pueblo; Bollullos de la mitación -ahí es :


¡Pues hala; ya habéis aprendido algo hoy! ¡A seguir con vuestros quehaceres cotidianos!

sábado, 1 de septiembre de 2012

Soy sauce


-Soy Sauce.
-Hola Sauce, yo soy Laura. Qué raro que te hayan puesto ese nombre, ¿no?
-Es que soy muy llorón.
 O en plan one-liner:
-Soy sauce -mintió la salsa de soja.
O si me da el día poético:
...Porque yo soy sauce que besa el río que recoge sus lágrimas...

 Y hoy ya, viñeta y todo:


Desde el día en que casualmente reparé en el segundo significado de "soy sauce" cada vez que abro el armario y veo la salsa de soja ahí, ya siempre lo leo "en español", y me vienen estas chorradas a la cabeza -al final acabaré dando la vuelta a la botellita para detener el flujo de paridas...

Por cierto; si naciste del 1 al 10 de marzo o del 3 al 12 de septiembre, estás de enhorabuena, porque según el horóscopo celta... ¡¡eres sauce!! ya puedes gritarlo a los cuatro vientos sin mentir: ¡Soy sauce! (Si quieres te diseño la camiseta por un módico precio). Pero, oh... no todo podía ser bueno para ti, porque los nacidos en este signo sois los menos alegres del horóscopo celta; soñadores e intuitivos ...pero con aire melancólico y tendentes a la tristeza. Lo que viene siendo llorones, vaya.

jueves, 30 de agosto de 2012

Playa y montaña

Me da un poco de pesar haber dejado Cotidianas en la compañía de los maderos en mi ausencia vacacional -¡tanto tiempo! Así que como no tengo "cuerpo de post", he decidido dejar un par de vídeos de mis modestas vacaciones, para que al menos así corran mejores aires por aquí. 

En primer vídeo es de principios de mes, kayakeando en Ponta da Piedade, Algarve. Queríamos haber pillado tres kayaks individuales Quique, Carlitos y yo -Mon se quedó en tierra, porque tenía un hombro jodidillo y no quería arriesgar- pero nos hicieron una pirula en el sitio que los alquilaban y al final tuvimos que compartir Quique y yo. A la vuelta lo agradecí, porque tres horas de remar se hacen un poco durillas. 

La verdad es que aquello es precioso; no me extraña que estos vuelvan año tras año -este era ya su octavo.


El segundo vídeo es de la braña de V1llager, León; el pueblo de mi padre. Ya es el segundo año que conseguimos juntarnos los cuatro hermanos por allí -con respectivas, sobris y perros. Y padres, vaya, ellos van todos los años. Es un poco raro estar toda la familia viviendo junta, y surgen algunos roces por la convivencia, pero en fin, es un mal menor. Yo estoy encantada de que todos queramos hacerlo, y parece que lo hemos tomado como algo que nos gustaría repetir cada Agosto.

Este año, como el pasado, los hermanos y churris (Marta y Gema) subimos a la braña de Buenverde. Las Brañas son básicamente zonas de pasto en la parte alta del monte donde veranean las vacas, así que por allí solo hay vacas, caballos y cabanas (originariamente pequeñas cabañas para los pastores; muy básicas, sin agua ni luz). Vida bípeda extremadamente infrecuente.

En fin, que esta vez se apuntó también Marcos -mi adolescente sobrino- y, como no, los canes también subieron; Golfo y Trasgo, el pastor alemán del vídeo. Es solo una hora de subida, pero se hace muy, muy cuesta arriba -literalmente. Ahora; la recompensa merece la pena. Hay un refugio estupendo; una de las cabanasdonde se puede hacer una chasca y cocinar carnaca a la brasa como antaño -hasta ahí no sube nadie para echarte la bulla. Algunos nos planteamos la posibilidad de pernoctar allí el año que viene.


Pues eso es lo que he hecho con mi verano hasta ahora; afrotunadamente mis vacaciones aún no han acabado; me queda otra semanita de playa en Conil con Ángela y cía. Como el año pasado y el anterior.

Está visto que las personas somos animalillos de costumbres...

viernes, 10 de agosto de 2012

Lavapiés vs. policía -y viceversa

En alguna entrada anterior he mostrado pintadas en las paredes del barrio en que se expresaba de un modo u otro la falta de estima que se profesa a la policía por estos lares. Valgan estos ejemplos de recordatorio:


Pero vamos; el barrio está plagado de pintadas contra la policía; estas son algunas imágenes más recientes.




Cualquiera podría pensar que somos un poco lumpen y que lo que queremos es que nos dejen hacer nuestras fechorías a gusto y convertir Lavapiés en una "ciudad sin ley", pero no es así; la policía (o muchos de sus miembros) con sus actuaciones se ha ganado día tras día su reputación y los sentimientos de que es objeto por parte de personas rectas y con un estricto sentido de la justicia.

Últimamente una de estas personas, con un claro afán didáctico, ha decidido explicarlo en forma de frases cortas y contundentes para ilustrar a quien pueda necesitarlo, y las ha ido pegando por todo el barrio -a ver cuánto duran.


La policía ejecuta 80 desahucios al día en Madrid, dejando en la calle a familias enteras, mientras que los bancos y cajas que ordenan dichos desahucios son rescatados con millones de euros de dinero público; nuestro dinero. Esas casas quedan después vacías.


Los policías municipales tienen orden de hacer un número determinado de identificaciones racistas al día, pidiendo la documentación a nuestros vecinos "no blancos", acosándolos y tratándolos como a delincuentes; con desprecio y suficiencia.


Los antidisturbios cargan habitualmente contra ciudadanos que se manifiestan pacíficamente. El 15 de julio, por poner un ejemplo, tras la última manifestación en protesta por los recortes, una brigada se adentró por las calles de Lavapiés para "dar caza" a unos manifestantes (a partir del min 3), aporreando indiscriminadamente a quien se les ponía por delante, incluso en la cabeza (min.6). Los vecinos les insultaban a su paso, llamándoles fascistas, franquistas, cabrones, hijos de puta...


El pasado 27 de mayo unos policías dispararon al aire en Lavapiés tras detener a un mantero, y adujeron  hacerlo en defensa propia para disolver un grupo de activistas del 15-M que intentaban agredirles. El vídeo desmiente rotundamente la versión de la policía municipal y nacional; no hay ningún activista del 15M presente, solo un negro que les "amenaza" con un zapato.


Está calentita la cosa -cualquier día se puede liar parda, y no necesariamente en mi barrio.

PS: Para cuando se publique este post yo estaré descansando de todo esto, disfrutando en Portugal de una semanita de vacaciones playeras, ¡que merecidas las tengo!

lunes, 6 de agosto de 2012

Vaquero tri-reciclado III. El último episodio

Os sabéis eso de que más vale una imagen que mil palabras, ¿no? Pues multiplicad por trece imágenes y calculad la verborrea que me estoy ahorrando. 

A ver en qué foto descubrís de qué se trata el último proyecto de reciclado de mis vaqueros favoritos.














¡Se acabó!


Y todavía me queda tela para hacerme algún monedero, algún parche o quién sabe qué. Quizás de tri-reciclado pase a tetra-reciclado, o a penta-reciclado, o a...