domingo, 25 de mayo de 2008

Chichi love


Hoy lo he visto en la tele, escondido entre los mil anuncios de juguetes que ponen por estas fechas -supongo por aquello de las comuniones: CHICHI LOVE. No sé si necesito decir algo más al respecto... me hallo bloqueada.
Me recuerda a cierta ocasión en la que en un canal de estos extraños; "Tele verbo" había un programa tipo "Barrio Sésamo bíblico" en que cantaban una canción que decía "Salpícame de amooor, salpícame de amoooor..." La imagen que aquella letra despertó en mí no era nada pía.

viernes, 23 de mayo de 2008

Esto va a ser que...

Como sabéis me hallo sin internet, de modo que me veo obligada a frecuentar locutorios, bares con Wifi, o la “sala multimedia” del curro; un cuartucho sin ventanas, con cuatro ordenadores, y la indudable ventaja de ser gratis. Ayer llegué a la academia media hora antes de mi primera clase para tener tiempo de mirar mi correo; me puse delante de uno de los ordenadores y abrí mi Hotmail: 230 mensajes nuevos… “¿¡¡QUÉEE?!! ¡No puede ser!” Cuando abrí mi bandeja de entrada no reconocí a ninguno de los remitentes, y al leer los “asuntos” vi varios alusivos a un programita…

Hagamos flashback; el finde pasado recibí un escueto correo de Manu, con quien hace bastante que no tengo contacto, en el que supuestamente me invitaba a probar un programa para ver quién te tenía bloqueado en el Messenger. Un par de días después descubrí que si usas el maldito programa (en adelante MP), se reenvía a todos tus contactos. Así me había llegado a mí, y así, yo a mi vez, lo había transmitido a los míos, como un constipado primaveral. O un virus.

Los asuntos de la mayoría de los mails tenían sin embargo un asunto completamente trivial: “Mi cumple”, “Concierto el viernes”, “Saludos”, el muy socorrido “Hola”… “No lo pillo.” Abrí alguno y parecía como si estuvieran dirigidos a otra persona, y empecé a cavilar; “Esto va a ser que... esta gente ha enviado estos mails, y de alguna forma el MP los ha enviado a sus contactos, y desde estos a otros que también han usado el susodicho MP... Al tiempo iba pensando en qué correos había podido mandar yo, que indudablemente habrían recibido completos extraños.

230 mensajes. ¿Y qué hago yo con esto? Me puse a eliminarlos –seleccionándolos uno a uno porque no conseguí averiguar cómo seleccionarlos todos en bloque- y cuando “solo” me quedaban ciento y pico, miro las fechas, y veo que eran de hace ya varios meses. “No entiendo. Bueno, ¿y los míos dónde están?” Bajo en la pantalla, y que ahí no estaban. “No puede ser, ¡hijos de puta!” Casualmente mi mirada se posó en la esquina superior derecha, donde te saluda Hotmail, y ponía: “Hola, Rodrigo” “¿Cómo? ¡Yo no soy Rodrigo! ¡Soy Laura, maldita sea!... Un momentito… o sea…” -reestructuración cerebral…- “Vale; esto va a ser que… cuando he abierto Hotmail, el usuario anterior, probablemente otro profe de la academia, ha dejado registrada su dirección y contraseña y yo he abierto su correo… y le he borrado ciento y pico mensajes… Yo me voy de aquí…”

Ahora sólo me queda averiguar quién es Rodrigo para sentirme culpable -en silencio-cada vez que le vea. En realidad también me gustaría averiguar por qué Rodrigo guarda –guardaba- 230 mails sin abrir, pero casi que me voy a quedar con la intriga.

lunes, 19 de mayo de 2008

¡Estás en mi lado!

Este mediodía volvía a casa en metro. Iba sentada, leyendo uno de estos periódicos gratuitos, y a mi derecha tenía a una tía como de mi edad pero en versión secretaria/maruja precoz, haciendo lo mismo. Y me estaba rayando, porque la tía iba todo el camino tapando mi periódico con el suyo. Le miré un rato para ver si se daba por aludida y se cortaba un pelo, pero nada; “¿Y esta de qué va?”

Para asegurarme de que yo tenía razón, miré la línea imaginaria que marcaba la división entre nuestros asientos; como en el colegio cuando tu compañero de pupitre era demasiado “expansivo” y ocupaba constantemente tu espacio con sus cosas o con el codo, y le decías “¡Estás en mi lado!” marcando el límite con el brazo. Y si el otro persistía, acababas trazando una línea a lápiz con la regla, para señalar la frontera exacta entre tu territorio y el suyo. Yo no podía trazar una línea, pero ahí estaba, y confirmé que efectivamente Maruja Precoz se estaba “pasando de la raya” por un palmo o así; eso sólo podía significar una cosa: la guerra. Así que empecé a reclamar mi espacio poniendo mi periódico sobre el suyo. En plan despistado, como si no me diera cuenta.

Fuimos así como cuatro o cinco paradas; ella intentando expandir su espacio y yo contrarrestando. En realidad yo ya había acabado de leer las pocas páginas que tenía mi 20 minutos, pero no iba a dejarla ganar, así que volví a los artículos que en la primera vuelta había decidido no leer, para poder seguir el pulso. Hasta que por fin la tipa saltó:

-Bueno, pues esperaré a que acabes tú para poder leer yo.
-Ehm… ¿Perdona?
-Pues que estás tapándome el periódico con el tuyo todo el rato.
-Qué curioso, porque yo estaba pensando lo mismo.
-Pero yo tengo el periódico así, y tú lo tienes abierto, encima del mío. Así que nada, sigue leyendo y cuando acabes sigo yo.
-Ah, pues muchas gracias.

Y seguí fingiendo leer un par de paradas más hasta llegar a Puerta de Toledo.

Yo lo reconozco; en el metro me vuelvo muy defensiva con mi espacio personal - aunque probablemente sea el lugar menos indicado- pero es que cuando “gano” una de estas batallas… La satisfacción de la victoria es una recompensa a la que me cuesta demasiado renunciar.

jueves, 15 de mayo de 2008

The Orange experience

Tremenda experiencia. No sabría por dónde empezar… tal vez con un consejo: NUNCA intentéis contratar línea ADSL con Orange. Un mes pululando frustrada y hastiada por un laberinto de absurdos del que hoy milagrosamente he logrado escapar. No voy a aburriros con los detalles, bastante he tenido yo; me voy a centrar en lo que ha sido su talón de Aquiles y la razón de mi victoria.

El aciago día que decidí contratar mi línea ADSL con Orange cometí dos errores; el primero decidir contratar mi línea ADSL con Orange, y el segundo acceder a dar un nombre de titular distinto del mío. Por lo que me dijeron me pareció entender que yo figuraba en algo así como una “lista negra” por una pirula que mi ex debió de hacerles en mi nombre –hace como cuatro años- así que para poder darme de alta tenía que figurar otra persona como titular, y les di el nombre de mi padre. Me pidieron su fecha de nacimiento que me la sé, y su DNI, que no. Así que sin decirme nada decidieron inventarse un DNI –esto lo deduje más tarde.

Cada vez que tenía que hacer una llamada para ponerles las pilas me preguntaban:

-¿Es usted el titular de la línea?
-No, el titular es Manuel Gómez (digamos)
-¿Me dice el DNI del titular?
-Mire, el DNI que figura ahí no es el de mi padre, se lo han inventado, pero le puedo dar el número de incidencia para acceder a mi historial.
-De acuerdo. ¿Me puede decir su nombre para que me dirija a usted?
-Sí, Soy Laura Gómez
-Muy bien Señora Gómez, ...

El caso es que hoy, cuando he llamado para darme de baja porque ya había pasado el límite de mi paciencia, por supuesto no me lo iban a poner fácil.

-¿Quién es el titular de la línea?
-El titular es Manuel Gómez
-¿Y el DNI del titular?
-Mire, el DNI que figura ahí no es el de mi padre, se lo han inventado, y yo no sé qué número es.
-Pues entonces no podemos hacer nada. Tiene que mandarnos un fax con la fotocopia del DNI de su padre para que rectifiquen el dato y luego ya puede darse de baja.
-¡¡¡PERO BLA BLA BLA...!!!
-Lo sé, lo siento Señora Gómez, pero ese es el único modo.

Cabrones. Menos mal que como aún no había firmado el contrato, no habían hecho la portabilidad y aún no me tenían en sus garras del todo… "¡El contrato! A ver..." Miré y efectivamente; ahí estaba el número de DNI que se habían inventado. “¡Ja! ¡Les tengo!” Y les llamé por última vez.

-Hola buenas tardes, llamo para darme de baja.
-¿Quién es el titular de la línea?
-El titular es Manuel Gómez.
-Pero si no es usted el titular de la línea no le puedo dar de baja…
-Eh… Soy yo el titular de la línea.
-(Unos instantes de silencio) Un momentito, no se retire que le paso con…

"Leeet the suuun shiiineeee, Leeet the suuun shiiineeee in, the suuun shiineee iiinnn…" Me emocioné pensando que tal vez fuera la última vez que escuchara la puta cancioncita de los cojones que me ponían en la espera con cada llamada que tenía que hacer.

-Hola buenas tardes
-Buenas tardes.
-Me han dicho que se quiere dar de baja ¿Me podría dar su nombre para dirigirme a usted?
-Sí; Manuel Gómez.
-Eh… ¿Me da su DNI?
-Sí, claro…

Huelga decir que no utilizaron “mi nombre” para dirigirse a mí ni una sola vez, y tras un largo intento de hacerme desistir de mi decisión con frases llenas de palabras técnicas y promesas y demás… ¡¡lo he conseguido!! No sé si habrán pensado que tenía la voz muy aflautada para ser un hombre, que soy un transexual que todavía tengo mi nombre de “antes del cambio”, o qué cojones, el caso es que no han tenido los huevos de decirme nada… ¡¡¡Y soy libreeee!!! ¡Que os follen, cabrones!

Eso sí; sigo sin internet en casa, pero no sé si me atrevo a intentarlo otra vez. Es como cuando acabas de parir y te preguntan que para cuándo el próximo; "Espera que se me olvide lo que he pasado."

viernes, 9 de mayo de 2008

En reparación

Sentada en el sofá de mi casa podía ver por la ventana las botas del tío que estaba colgado de la fachada, arreglando unas grietas. En la cocina había un tipo arreglándome el lavavajillas (98 euracos me ha cobrado; me sale más barato un gigoló, pero en este momento me viene mejor no tener que fregar a mano) y sentado a la mesa del salón tenía al técnico de Orange que aquí veis retratado, que había venido a ver por qué no me puedo conectar a Internet –por cierto, reconozco que se me ha ocurrido empezar una serie de “canalillos traseros”.

Me vi así, y pensé “Qué alegoría más acertada de mi vida” Y no porque tenga tíos por todas partes “sirviéndome”, qué diferente sería todo…

miércoles, 7 de mayo de 2008

Preguntas al azar

¿Por qué la melanina es oscura si los colores oscuros "absorben" más el calor? Qué putada para los negros, ¿no?

Esta gente de la realeza y de la nobleza y demás, cuando cenan en familia, en plan de andar por casa, ¿Son igual de peras que en las cenas oficiales o se relajan un poco?

¿Sabe todo el mundo que la letra del DNI se obtiene con una serie de operaciones matemáticas entre los dígitos del número del carnet?

Si la verdad es poliédrica, ¿La mentira cómo es?

¿Dónde va el punto; antes o después de las comillas?

¿Dónde estará mi carro?