sábado, 24 de marzo de 2012

El misterio Ignatia

Ignatia, la lectora de la farola, es un personaje tan entrañable como misterioso; muchas incógnitas se ciernen en torno a su persona desde el principio, como planteé en el post en que os la presentaba:

¿Quién será Ignatia? ¿Será una homeless? ¿O quizás baja a la calle buscando la tranquilidad, huyendo de una casa demasiado bulliciosa? ¿Qué libros leerá? ¿Novelas de Corín Tellado? ¿ensayos sesudos?

Hoy vuelvo para compartir con vosotros, triunfal, importantes avances en la definición de este nuevo personaje de Cotidianas. Así fue como recopilé los nuevos datos:

Hará como un mes salía de casa en dirección al Día. Caminaba distraída repasando la lista de la compra en mi cabeza cuando me topé con una silueta que me resultó familiar: Ignatia... ¿¿eres tú?? –pensé. Me costaba reconocerla de pie, sin el bolardo debajo del culo y su farola al lado… pero sí,  efectivamente era ella. En vez de su libro, portaba en la mano un manojo de llaves, ¿Se dirigía a su casa, quizás?

Me hice la remolona y me apoyé en una pared mientras la observaba alejarse caminando muy trabajosamente calle arriba –mi calle. Unos interminables minutos más tarde –se movía con muuucha parsimonia- la vi desaparecer dos portales más arriba de mi casa, resolviendo así el primer misterio: Ignatia no es una homeless, sino una vecina de mi misma calle. ¿Por qué baja entonces a leer a la luz de una farola? ¿Buscando tranquilidad? Puestos a especular, quizás no tiene luz en casa porque se la han cortado por falta de pago -ya se sabe, en estos tiempos, la crisis…- y tiene que buscársela en otra parte; podría ser, por qué no.

El caso es que el sábado pasado, cuando salía de casa a las seis de la tarde, me vi obligada a descartar esta hipótesis con la más sorprendente de las imágenes: Ignatia leyendo bajo su farola… ¡a plena luz del día! ¡Pero Ignatia! ¿¿qué me haces, alma de cántaro?? ¿Qué sentido tiene sentarse en un bolardo a la luz de una farola apagada, máxime teniendo como tienes bancos a tutiplén apenas unos metros más allá?

Maldije una y mil veces mi suerte cuando me percaté de que no llevaba la cámara conmigo: ¿Por qué  permitía el destino que me cruzara con esa imagen sin poder recogerla como prueba? ¡¡¿¿Por quéee??!! Pero quiso el cosmos, generoso, darme una segunda oportunidad ayer a la vuelta del curro, que no desaproveché. He aquí las imágenes.



Y el que lo entienda... que haga el favor de explicármelo, porque yo no doy para más.

martes, 20 de marzo de 2012

¡Bienvenida primavera! ¿de dónde vienes?

Hoy, martes 20 de marzo a las 6:14 horas, ha llegado por fin la primavera, ¡¡¡¡yupiiiiiii!!! ¡Con lo que me gusta a mí!

Y pensaba yo ayer: A ver qué post le dedico mañana. Podría contar lo bonitas que tengo las jardineras este año, con los jacintos blancos y morados, los tulipanes rojos, los crocus amarillos y moraditos, las primaveras, las gerberas que están ya empezando a asomarse… O si no podía aprovechar la fecha para dar por finalizada mi investigación de recogida de guantes, y hacer balance…

Pero en vez de eso, me dio por darme un voltio por Internet, a ver qué podía yo aprender de la primavera que luego pudiera compartir con vosotros; esto es lo que he sacado en limpio.

Empecemos por la palabra primavera, ¿de dónde viene? Según el DRAE,

primavera.
(Del lat. vulg. prima vera, y este del lat. primum, primero, y ver, primavera).
1. f. Estación del año, que astronómicamente principia en el equinoccio del mismo nombre y termina en el solsticio de verano.

A ver, a ver, ¿cómo va eso? ¿ver es primavera? ¿Primavera significa primera primavera? Algo no me cuadra...

 Seguí investigando, y descubrí que ese trocito que comparten "primavera" y el "verano", “ver-”, corresponde de hecho a una raíz romana que se relaciona con el concepto de crecimiento, y de la cual provienen otras palabras como “verde” o “vergel”. ¿Así que primavera podría significar “primer crecimiento”?


Algo así, pero no exactamente. Por lo visto para los romanos solo había dos estaciones: una muy prolongada, compuesta por la suma de lo que hoy llamamos primavera, verano y otoño, y la otra breve, el hibernum tempus, ‘invierno’.

La estación más prolongada se llamaba ver, veris, (recordemos; crecimiento). Pero tras el Siglo de Oro, al comienzo de esta estación empenzó a llamársele primo vere, que más tarde derivó en prima vera, primavera. La época más calurosa tomó entonces el nombre de veranum tempus, y de ahí, verano.

Y ya que hemos llegado tan lejos no lo vamos a dejar ahí; ¿qué pasó con el otoño?

La estación cálida todavía era más prolongada que el invierno, hasta que en cierto momento se delimitó también su período final, denominándolo autumnus, voz derivada de auctus que significaba ‘aumento’, ‘incremento’, y annus, 'año'.  Así, el otoño es la época en que el año llega a su plenitud, pues la naturaleza cumple un ciclo, la vegetación parece morir y no reverdecerá sino hasta el fin del invierno, con los primeros rayos del sol primaveral.

¿Qué, cómo os habéis quedao? Hala, la etimología de cuatro estaciones por el precio de una, ¡estoy que derrocho! Será la primavera…

 La diosa Flora, detalle de La primavera, de Botticelli

lunes, 12 de marzo de 2012

¿Y tú...?

Desde hace muchos años soy aficionada a coger una preguntita e ir haciendo encuesta entre mis amistades. Generalmente lo hago con temas que por una razón u otra pertenecen al ámbito de lo privado, de forma que es difícil conocer la respuesta por observación directa; también cuando me entran dudas sobre si la manera en la que yo hago o percibo las cosas es la misma en la que la hacen los demás.

En el primer año de andadura de Cotidianas, allá por el 2007, ya os hice una de mis preguntas de marras: ¿Qué haces, que te hace sentirte guay? La gente se animó y contó cosas bastante graciosas. Hoy vengo con una batería completa; si quieres participar puedes contestar en los comentarios, o en el márgen derecho del blog, donde he puesto la encuesta en cuestión (más fácil; sólo tienes que pinchar en tu respuesta y al botoncito de "voto" para que este quede registrado). ¡Allá vamos pues!
  1. ¿Cuánto tiempo después de su fecha de caducidad consideras caducadas las especias?
  2. ¿Te duchas de cara o de espaldas a la alcachofa?
  3. ¿Qué dices; tostador o tostadora?
  4. ¿Aspirador o aspiradora?
  5. ¿A veces te huele el pis a crispis después de tomar café?
  6. ¿Te desagrada el olor de tu pis después de comer espárragos? 
Solo para chicos:

    7. ¿Alguna vez te sientas en la taza para hacer pis?
    8. ¿Y alguna vez te secas?

Gracias anticipadas por vuestra inestimable colaboración para esclarecer cuestiones de tan profundo calado. Por cierto; recordad que las respuestas son anónimas, ¡así que no mintáis!

domingo, 11 de marzo de 2012

Ya casi casi

Ya casi casi estamos en primavera; nos quedan apenas unos días, y hay señales por todas partes; hace tiempo ya vi mi primer lirio, mi primera mariquita, mi primer almendro en flor (o guindo, o cerezo... sabéis a qué me refiero) ya abro las ventanas de casa de par en par tan a gusto para que entre el aire cálido de la calle, he disfrutado de las terracitas al sol varios fines de semana... así que aunque aún no está aquí, ya le he dado la bienvenida en casa.  

En cierta ocasión contaba por estos lares que con los cambios de estación me gusta hacer cambios en la decoración de mi morada; una de las cosas que cambio es el cuadro del cabecero de mi cama. Este año por ejemplo he elegido una foto que hice el finde pasado en Murcia, y estando como estoy con el resultado, satisfecha tirando a ufana, no me resisto a compartirlo con vosotros.

Para llevar a cabo el proyecto he contado con la ayuda inestimable de JC, que me ha imprimido la foto en doce A3, que yo he ido pegando prolijamente con cola de empapelar. He aqui el cambio de look de mi habitación, de otoño/invernal a primaveral:


Aquí Flecha supervisando el proceso:

jueves, 8 de marzo de 2012

¡Reivindiquemos lo nuestro!


Hoy día ocho, a las ocho, celebra con nosotras el día del... de la mujer. El -según Cari- reivindiquerío ecofriendly chochopower for the masses, sale de la Plaza Jacinto Benavente a las 20.00hs, bajando la calle Atocha, para acabar en la Glorieta Carlos V.

¡Menos símbolo fálico, hombre ya! ¡Reivindiquemos lo nuestro! ¡Vulvas, vulvas everywhere!

Hala; yo ya he puesto lo mío. 

PD 10/4/12: Unas imágenes de la resaca del día de la mujer en las paredes de mi barrio:

martes, 6 de marzo de 2012

Ignatia Reilly

Fue JC quien primero me trajo noticia de este personaje; un día llegó a casa y me dijo: “¿Has visto al lector de la farola de ahí abajo?” "¿Qué lector de la farola?” –le pregunté respondiendo así a su pregunta. “Uno que se pone a leer sentado en un bolardo, a la luz de una farola en la esquina de tu casa. Ya le he visto varias tardes ahí leyendo; lleva un gorro de esos de orejeras, parece Ignatius Reilly. A ver si se le puede ver desde aquí.” Nos asomamos a la ventana pero no hubo suerte.

 Ignatius Reilly, de La conjura de los necios

Pocos días después volvía del curro algo más tarde de lo habitual y al girar la esquina con la bici... allí estaba; la lectora de la farola -era una mujer, no un hombre. Paré la bici y disimulando como pude le hice unas cuantas fotos que salieron todas borrosas –los nervios, la poca luz…- pero que al menos me sirven para ver la fecha en que la vi por primera vez: un diecisiete de noviembre de 2011. 


Desde entonces la veo de vez en cuando durante unos días seguidos –supongo que lo que le dura el libro- y luego vuelve a desaparecer. La primera vez que dejé de verla una buena temporada me afligió que mi barrio hubiera perdido semejante personaje; la echaba de menos al girar la esquina, la farola estaba sola sin ella. Pero con el tiempo me he ido dando cuenta de que Ignatia es como la nieve en Madrid, como una mariposa; aparece cuando no la esperas, igual que llegó desaparece... y siempre da alegría cuando la ves otra vez.

¿Quién será Ignatia? ¿Será una homeless? ¿O quizás baja a la calle buscando la tranquilidad, huyendo de una casa demasiado bulliciosa? ¿Qué libros leerá? ¿Novelas de Corín Tellado o ensayos sesudos? Sea como fuere, Ignatia se ha convertido por derecho propio en uno de mis personajes favoritos del barrio, decidme si no se lo merece.