domingo, 18 de noviembre de 2007

¡Viva la pluma!

Tengo un edredón nuevo. Un edredón de plumas. No parece gran cosa, pero a mí me hace los días un poquito más gratos.

Cuando me despierto por las mañanas, no muy pronto, aún me quedo un rato en la cama remoloneando, con los ojos cerrados, haciéndome creer a mí misma que todavía no me he despertado. Me abrazo a mi edredón, y siento como mi edredón me abraza a mí, irradiando calorcito, casi como si fuera mi aura.

Y cuando por fin reúno el coraje de poner los pies en el suelo, o no tengo más remedio que hacerlo, para coger el teléfono que inoportunamente suena, para ir al baño… y me doy cuenta de lo bien que estaba debajo de mi edredón nuevo de plumas… me hago un té rapidito, me llevo el portátil a la cama y me entretengo leyendo mi correo, tomándome mi té, abrazadita a mi nuevo amigo.

3 comentarios:

  1. Yo también tengo un amigo con mucha pluma que me da calorcito -Lo siento, chiste fácil, encima ni siquiera es verdad...

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  2. Lo malo es que eso se puede hacer los domingos, pero los lunes como hoy, como te quieras quedar un poquito más con tu amigo, el despertador te avisa por cuarta vez y ya lo único que sabes es que, de nuevo, llegarás tarde al trabajo. Es lo que me ha pasado a mí hoy.

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  3. Qué lindo.¡¡¡ Cálido y breve pero se siente.

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