En agosto de 2009 publicaba un post titulado "jabones", en el que básicamente contaba cómo había decidido dejar de comprar gel de ducha hasta acabar con mis existencias de jabones regalados y recogidos de hoteles. Llevaba ya seis largos meses haciéndolo, a pesar del pequeño sacrificio que me suponía; la razón de que tuviera tantos jabones distribuidos entre la ropa de los cajones de mi casa era ciertamente que prefiero usar gel –tanto para la ducha como para las manos. Pero había tomado una decisión ¡y no me iba a rendir hasta deshacer el último jabón sobre mi cuerpo serrano! En el post decía que estimaba tener para otros seis meses al menos... el tiempo demostró que me quedaba corta; la reserva de jabones duró hasta el septiembre pasado; ¡un total de dieciocho meses tirando de los jabones que tenía! No está mal, ¿eh?...
¿Y a qué viene esto? -quizás se pregunte más de un impertinente. Pues a que hay algunas historietas que he planteado en Cotidianas, que se me han quedado como “inconclusas”, y he pensado dedicar una entrada a poner al día a los lectores habituales, máxime cuando en la entrada que publiqué en su día prometía “seguir informando”.
Es el caso de un post que publiqué este pasado mes de octubre, en el que contaba cómo había conocido por fin a la dueña de la bici gemela de la mía. Después de un breve intercambio de frases tras el cual cada una habíamos tirado por nuestro lado, y ya de camino a casa, me surgió una hipótesis que me parecía plausible, y que me propuse contrastar: ¿Acaso era la madre de la bici gemela, profesora de inglés, como yo? Casi cuatro meses más tarde aquí estoy para cumplir mi palabra: A los pocos días de escribir aquel post volví a ver a Beatriz –que así se llama la madre de la gemela- descandando su bici. Me acerqué a ella para interrogarla al respecto, y me confirmó que efectivamente es profesora de idiomas de la EOI -hasta ahí como sospechaba –peeero, es profa de francés, no de inglés. Aún así me apunto un tanto por mis cualidades detectivescas, y que nadie ose ponerlas en entredicho.
¡Y uso la misma foto por tercera vez! Puedo...
Para el último final no tendremos que remontarnos tanto, puesto que se refiere a un par de entradas atrás. En el último párrafo del post planteaba las siguientes cuestiones: ¿recibirá este post o no un apabullante número de visitas por contener el “top ten” de los keywords de acceso? ¿Desbancará por fin a las malditas “Cucarachas”? A continuación -como en el post de la bici- prometía seguir informando. Pues os comunico que tras unos días de observación me he rendido a la evidencia; por alguna lógica googlera que no voy a esforzarme en desentrañar, los buscadores siguen aterrizando en las entradas originales, y ninguno en esa. Con lo cual, desafortunadamente, las cucarachas están en Cotidianas para quedarse; todo parece indicar que tendré que estrujarme más la mente si quiero desbancarlas...
(Pinchar en la imagen para ver la página a la que llegó el buscador)
mola que hable francés, así os complementáis
ResponderEliminar(pd: usas el verbo candar también para puertas?)
Curiosa pregunta. No; solo uso candar para la bici, pero lo he buscado en el DRAE y hasta se puede usar como sinónimo de cerrar, sin más. ¿Por qué preguntas; lo dicen acaso en tu familia? ¿en Salamanca?
ResponderEliminarJooooo, no me deja ver en grande la última imagen.....
ResponderEliminarDeja las cucarachas en paz, que forman parte de nuestras vidas, de una forma o de otra, y las tuyas parece ser que están para quedarse ;-P
Manu, qué raro que no puedas la imagen... bueno, tampoco tiene tanto.
ResponderEliminarAhi, Naray! Esto es otro concepto, y por eso el contar estos finales :D (me parto con lo que dices que te pasa con las pelis)
jo, primero la coincidencia de los bolis y ahora los jabones: hace un tiempo también busqué y rebusqué pastillitas de jabón, botecitos de los hoteles, peines, costureros, limpiazapatos... y desde entonces vengo apañándome con esto sin tener que comprarlo.
ResponderEliminarCarlosmondo, y además de lápices y jabones, lo de deshacerte de DVDs y juegos y demás que contaste por Mondovega, ¿no? Eso es típico sobre todo en las mudanzas. Pues una vez que empiezas...
ResponderEliminarYo empecé hace unos pocos años, y ahora lo veo como una labor constante mi vida; ir deshaciéndome de las cosas que no uso -o usarlas. Y recuperas una de espacio...
Sí, sí, sí... así llevo yo un tiempo, o liquidando cosas o utilizandolas para mientras no tener que comprarlas.
ResponderEliminarYo voy siempre haciendome notitas en papel para recordarme cosas... y hace poco reuní todos los taquitos de papel que me llevo de los hoteles... ahora voy con la lista de la compra en papel de hoteles AC, las tareas de la semana en papel del NH...
Y lo de los jabones, lo de los boligrafos...
Otra cosa, tengo cientos de cd con mp3, y estoy haciendo limpia, borrando lo que no me vale y agrupandolos en dvd...
Me gusta la idea lo de seguir informando sobre entradas anteriores. Podrías etiquetarlas como "secuelas".
ResponderEliminarOye y gracias por los consejos "anti-crisis", 18 meses sin tener que compar gel supone un ahorro considerable; voy a llevarlo a la práctica yo también.
Besos. Alicia VI.
No sólo es la pasta que te ahorras -que está muy bien- sino que dejas de tener "basura" por la casa. Si no le das ningún uso, es "basura", a fin de cuentas, ¿no?
ResponderEliminarLo jodido de lo de los jabones de hoteles es cuando de verdad te gustan.
ResponderEliminarEl pasado diciembre estuve un par de semanas en un hotel. Me gustaron tanto los jabones (eran de limon, o lima como dicen por alli) que me lleve todos los que pude.
Ahora estoy tirando de ellos, pero cuando se me acaben los voy a extraniar.
Joé, pues suerte que tienes. No llores por que se te acaben los jabones, que las lágrimas no te permitiraán ver las estrellas... o algo. ¡Nos vemos el finde! ;)
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