El domingo comentaba mi padre abrumado, con la mirada perdida y moviendo la cabeza de un lado a otro “Este año cumplo ya los setenta. Es increíble cómo pasa el tiempo…” Yo le escuchaba empatizando totalmente con lo que decía, porque ya son muchos años de pasmo cada vez que sube una cifra en el marcador de mi vida.
Cuando tenía 36 escribí: “Tengo la sensación de que cumplo años con mayor velocidad de lo que puedo asimilarlos. Es como si tuviera una estela, y me creyera que soy esa estela; no asumo la edad totalmente hasta cinco años después de haberlos cumplido.”
Parece que cumplir años sólo nos gusta hasta los 19, luego ya empezamos a quejarnos “¡Ya veinte años! Dios mío, qué vértigo.” Y luego vienen los treinta, en los que te sientes expulsada de la juventud. Y después ves cómo se van acercando los cuarenta... ¡convertirte en una cuarentona, qué horror! Cuando tenía 17 ó 18 decía que yo no quería llegar a los cuarenta, que prefería morirme antes.
Me contaba Cari cómo su tia-abuela Juana de cien años le decía un día: “¿Cuarenta años? ¡Eres una niña” Y lo entiendo, claro. Dónde le quedarán a ella los cuarenta, si a partir de entonces ha vivido otros sesenta años. Si hasta me pasa a mí cuando oigo a alguien quejarse de que ya se acerca a la treintena, “¿¡Pero qué me estás contando!?” Después recuerdo que yo decía lo mismo, y lo entiendo, y me callo. Pero he decidido aprender de esta perspectiva que me da la vida desde la edad que tengo, y dejar de lamentarme de seguir viva. Porque a fin de cuentas la única opción a cumplir años es palmarla, y de momento me gusta vivir.
No podemos pasarnos la vida lamiéndonos las heridas; la vida es un regalo y deberíamos sentirnos agradecidos y dichosos de poder disfrutarla. Además, ¿qué significa un número?-aunque suene manido. Lo que importa es ahora. Que haya un ahora y hacer de él lo mejor que podamos. Y no me refiero a hoy; me refiero al instante, al verdadero yo. Al que ve, oye, siente. Al que no entiende de edades ni de otras patochadas del ego. Parece que los cuarenta vienen "místicos".
Quizás ayude ser conscientes de vez en cuando de que ahora somos lo más jóvenes que vamos a ser, así que tengas la edad que tengas, no mires atrás y disfruta estos años, que no volverán.
Cuando tenía 36 escribí: “Tengo la sensación de que cumplo años con mayor velocidad de lo que puedo asimilarlos. Es como si tuviera una estela, y me creyera que soy esa estela; no asumo la edad totalmente hasta cinco años después de haberlos cumplido.”
Parece que cumplir años sólo nos gusta hasta los 19, luego ya empezamos a quejarnos “¡Ya veinte años! Dios mío, qué vértigo.” Y luego vienen los treinta, en los que te sientes expulsada de la juventud. Y después ves cómo se van acercando los cuarenta... ¡convertirte en una cuarentona, qué horror! Cuando tenía 17 ó 18 decía que yo no quería llegar a los cuarenta, que prefería morirme antes.
Me contaba Cari cómo su tia-abuela Juana de cien años le decía un día: “¿Cuarenta años? ¡Eres una niña” Y lo entiendo, claro. Dónde le quedarán a ella los cuarenta, si a partir de entonces ha vivido otros sesenta años. Si hasta me pasa a mí cuando oigo a alguien quejarse de que ya se acerca a la treintena, “¿¡Pero qué me estás contando!?” Después recuerdo que yo decía lo mismo, y lo entiendo, y me callo. Pero he decidido aprender de esta perspectiva que me da la vida desde la edad que tengo, y dejar de lamentarme de seguir viva. Porque a fin de cuentas la única opción a cumplir años es palmarla, y de momento me gusta vivir.
No podemos pasarnos la vida lamiéndonos las heridas; la vida es un regalo y deberíamos sentirnos agradecidos y dichosos de poder disfrutarla. Además, ¿qué significa un número?-aunque suene manido. Lo que importa es ahora. Que haya un ahora y hacer de él lo mejor que podamos. Y no me refiero a hoy; me refiero al instante, al verdadero yo. Al que ve, oye, siente. Al que no entiende de edades ni de otras patochadas del ego. Parece que los cuarenta vienen "místicos".
Quizás ayude ser conscientes de vez en cuando de que ahora somos lo más jóvenes que vamos a ser, así que tengas la edad que tengas, no mires atrás y disfruta estos años, que no volverán.
Happy forties!!!!
ResponderEliminarMe pirran las cuarentonas...
¿Cuarentona? Oui, c'est moi. ;)
ResponderEliminarGracias, anónimo.
Felicidades!!
ResponderEliminar(mola que a uno le soplen las heridas...)
Disfruta el ahora.
Sabias tus palabras son. Ya lo dijo el maestro :)
ResponderEliminarMucha felicidad, cosalinda. Y no madures, me gusta tu forma de estar como una cabra.
Muchisimas felicidades Laura, yo pasé hace casi 4 años por eso.
ResponderEliminarAh y me apunto a lo que dice el anónimo, donde esten una cuarentona guapa (como tú) que se quite todo.
Un beso.
Japi virdeii tu lluuuuuuu!
ResponderEliminarNo los aparentas j'amía!
Y que cumplas muchos más pa que los 40 te parezca mu' pocos.
Muchas gracias a todos!!! Mi cumpleaños ya acabó. A ver cómo se me dan los cuarenta.
ResponderEliminarFeliz cumpleaños Laura, te deseo unos 40 muy divertidos.
ResponderEliminarGracias Victor; es un buen deseo. Espero que así sea.
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