domingo, 13 de junio de 2010

Pelos, pelos y más pelos

Conocí a Quique cuando yo tenía quince años; él tenía un año más, y el pecho lampiño. Cuando empezaron a salirle pelos, ya no dejaron de manar por toda su anatomía, que fue luciendo progresivamente más y más hirsuta; primero pecho, luego hombros y por último espalda.

Lo cierto es que a él no parece inquietarle en absoluto esta profusión de pelo; a la que salen unos rayos de sol ya se está quitando la camiseta sin el más mínimo pudor. Tiene suerte de no pertenecer a la generación actual de jóvenes en la que el vello corporal está tan denostado; nosotros pertenecemos prácticamente a una generación en la que “el hombre y el oso cuando más vello más hermoso” –amañando refranes en mi beneficio, lo sé...- así que nunca le ha dado por deshacerse de su “hermosura” afeitándose o haciéndose la cera.

El otro día hablando con Ray, no recuerdo a cuento de qué, él sostenía la tan recurrente creencia de que si te afeitas te crecen más pelos y más fuertes. Pamplinas. Yo creo que en esto de la depilación del vello corporal existe un efecto de correlación ilusoria, y para ilustrar mi hipótesis puse a Quique de ejemplo: si Quique se hubiera afeitado los hombros o la espalda cuando empezó a ver que se le cubrían de pelo, y hubiera observado a lo largo del tiempo cómo su espalda se hacía cada vez más peluda, no hubiera podido resistirse a atribuirlo erróneamente al hecho de haberse afeitado. Como las niñas que empiezan a depilarse; la primera vez lo hacen para deshacerse de una pelusilla oscura que apenas afea sus piernas. Con el tiempo esa pelusilla se convierte en “alambres”, pero ese proceso hubiera sucedido se hubieran empezado a afeitar o no; es parte de nuestra naturaleza llamémosla post-simiesca.

Además de esta correlación ilusoria, también viene a alimentar el mito el hecho de que después de afeitados los pelos no tienen el extremo fino y delgado que tiene un pelo sin afeitar, y por lo tanto resultan más rasposos al tacto. Como además salen todos a la vez, esto aumenta más aún la sensación de abundancia.

Y si estos argumentos no resultaran suficientemente convincentes de por sí, sólo hay que pensar que si el pelo saliera con más fuerza al afeitarlo, no quedarían hombres calvos.

6 comentarios:

  1. oráculo de sabiduría!

    triste es llegar a una edad en que donde quieres no hay y donde hay no quieres.

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  2. Eso os pasa los chicos; a las mujeres parece que siempre hay donde no quieres... y cada vez más se nos demanda una mayor "deforestación". Menos en la cabeza.

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  3. Yo estoy contigo, decir que la cuchilla hace que salgan más pelos... Eso es un invento para que nos gastemos dinero en cera, depilaciones láser, etc. Parece que si te depilas con maquinilla de afeitar eres más cutre, o algo por estilo...Menos mal que a quién le importa lo que yo haga!!!!

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  4. Ahí, ahí... Y como ya te dije, tú has sido la única persona que ha estado de acuerdo conmigo en este tema de los pelos. Aún no he oído a nadie en directo manifestarse contra este mito! ¡¡Abrid los ojos, oh congéneres!!

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  5. XD!! No te creas que no pensé en ti cuando escribí esa última reflexión!! Criaturita...

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