El jueves pasado estuve en el dentista. Mi dentista es un hombrecillo delgado, de pelo blanco y cara élfica, que siempre me recibe con un apretón de manos que a mí me intriga moderadamente. A partir del apretón, lo demás es predecible: me siento en la silla, abro la boca y me dejo hacer.
Cuando estaba ahí boquiabierta decúbito supino sobre ese pseudo sillón, instrumental variado entrando y saliendo de mi cavidad bucal, hizo su aparición un espécimen de choni poligonera con una bata blanca puesta. Entraba por la puerta hablando con ese tono que comparten las poligoneras con los macarras de barrio, e inventándose jotas donde no las había, en claro deje madrileño. “Mire dotor, ejjjke al final de la tarde va a venir mi novio, que tiene una muela con algo negro, y a ver si se lo puedes mirar” -dijo, dejando escapar un tuteo.
Era la primera vez que la veía por allí, y en seguida me di cuenta de que debía de ser la sustituta que habían encontrado para la enfermera/recepcionista habitual. En mi anterior visita ella misma me había informado –sin que realmente viniera a cuento- de que le tenían que operar un pié e iba a tener que ausentarse de la consulta durante una temporada.
Mientras oía hablando a, la llamaremos Poli, no podía evitar pensar en lo bien que le vendría a esta pobre mujer un cursillo de dicción, o una suerte de pigmalión que le enseñara a vocalizar, como en My fair Lady, porque no se puede conseguir un trabajo decente con esa forma de arrastrar las palabras por el fango. De hecho me resultaba sumamente sorprendente que hubiera resultado la elegida en el proceso de selección, aunque fuera tan solo para una sustitución de un par de... horas.
Total, que cuando el dentista me autorizó a cerrar la boca, dando por concluido su trabajo de reparación, me dirigí hacia la recepción acompañada de la enfermera/recepcionista habitual, a quien llamaré Rosa. “Espera que llame a Poli, que tengo que enseñarle cómo hacer las facturas. Es que mañana me operan el pie, y va a tener que hacer todo ella sola.” Entonces me dirigió una mirada de desaprobación y dijo, mientras giraba la cabeza lentamente a uno y otro lado: “Pero vamos... no lo veo yo...” A mí me sorprendió su confidencia, más aún sabiendo que Poli estaba por llegar, y añadí por no saber qué decir: “Sí, no es del mismo... estilo.” Me sentí como una perra clasista cuando un par de segundos después apareció Poli y le dediqué una sonrisa culpable.
Las dos blanqui-embatadas se pusieron allí con el ordenador preparando mi factura mientras yo las miraba sintiéndome francamente incómoda. Entonces el dentista llamó a Rosa, y yo me quedé sola con Poli, que supongo que para romper el silencio se dirigió a mí: “Jo... ejjjke mañana me quedo ya aquí sola haciéndolo todo.” Se le notaba inquieta pero ilusionada. “Es solo una sustitución, pero vamos, cualquier cosa es buena...” “Ya, tal y como está el panorama....” dije tirando de tópico. Después de un breve intercambio de frases sobre la misma temática y para mi alivio regresó Rosa.
Yo las veía ahí a las dos acabando de imprimir mi factura, pensando en cómo en unos pocos minutos y sin comerlo ni beberlo, me habían hecho obligada partícipe de sus pequeñas miserias. Quería que me dieran ya mi “carta blanca” y poder escapar de una vez de aquella situación tan extraña y violenta.
Cuando Poli me selló y entregó la factura, miré a ambas y me despedí con un sincero: “Suerte mañana a las dos”, abrí la puerta y huí.
lamentablemente:
ResponderEliminar+ yo también soy un clasista,
+ hay más poligoneras que pigmaliones,
+ no te has recreado en las pintas de la Poli, con la bata abierta, escotazo en camiseta de imitación, oro, perforaciones a tutiplén y chicle...
A ver, aunque está claro el contexto "dentístico" en el que está dicha, mi mente calenturienta y porno ha resaltado, como si estuviera subrayada en amarillo, la frase del primer párrafo: ME SIENTO EN LA SILLA, ABRO LA BOCA Y ME DEJO HACER.
ResponderEliminarDe nada.
carlosmondovega:
ResponderEliminar:D
Bastante bien la descripción Davidiego; acertaste en bata abierta, escotazo no recuerdo, así que no, perforaciones efectivamente. Te falta flequillo de ese que empieza en la sien opuesta, y horquilla sujetándolo. Chicle no, ya sería demasiado.
ResponderEliminarCarlosmondo, si es que "tenéis la cabeza en forma de pene..." como decía un profesor de Cari y mío-"...siempre pensando en lo mismo"
...y te pone, eh, baby... XD
Por ahí me han dicho que "Cuando estaba ahí boquiabierta decúbito supino sobre ese pseudo sillón, instrumental variado entrando y saliendo de mi cavidad bucal" les produce similar sensación. Lo dicho.
Oye Cari, ¿de que va esta vez tu apodito ese que te pones? (¿No es bonito que después de tantos años juntas todavía me sigas sorprendiendo... )
¿¡Y qué haces riéndote de las guarrerías de ese?!
El anterior es mío, sorry por no poner el nombre
ResponderEliminarRepito
XXX
Laura, tu sabes que yo te aprecio, era por avisarte...
ResponderEliminarSí, sí, claro, era tu deber de ciudadano además... Y yo te lo agradezco.
ResponderEliminar.... A ver, la cosa va de dentistas, ¿no?...
ResponderEliminar(ahora viene el gestito ese de tijera con los dedos de "misi misi gato gato" -de Cadalso-)
pues eso
... y si con esto no lo pillas, es que a una de las dos -o a las dos-, esta frenética vida cosmopolita nos ha desecado el líquido cefalorraquídeo o algo (¡pido no!)
uff eske no veas que tirria tengo a los poligoneros, pokeros, canis o lo que sea....
ResponderEliminar- Añaden H a sus palabras y escriben haciendo eses EsEs eSeSH reShuLoNhaShs!
- Sus nombres favoritos a la hora de tener hijos, jenny, jona, jessi, kilian, kevin.
- Sus motes favotiros: Er pelos, er grifa, la golfa..
- Su voz suele ser tipo scooter "eeeeee"
- Las tiras cromadas y fundas cutres para los asientos by Alcampo estan a lo orden del dia, por no comentar los accesorios WRC (pomo, alfombrillas..)
- Los mas cultos de la especie, hacen alardeos de inteligencia y gritan viva España como facha en sus dias de gloria , sin saber ni quien era franco.
etc... ufff muerte inminente a esos seres...
Vale, hija Cari, ya lo pillo... pero vamos, porque son ya muchos años, que si no... ¡Qué morro, y encima si no lo pillo es porque esta frenética vida cosmopolita me ha desecado el líquido cefalorraquídeo o algo! Habrase visto, semejante desfachatez...
ResponderEliminarDani, les tienes radiografiados, chico. Y algo de ojeriza también, ¿no? me ha parecido percibir... :D
Mamué... XXX para vos.