miércoles, 14 de abril de 2010

Cosas de pueblo

El lunes estuvieron mis padres en casa para hacerme entrega de los chorizos y el jamón que me habían traído de Villager, el pueblo de mi padre. (¡Y un par de ramitos de gritsándanas preciosas!) Es una especie de tradición; de vez en cuando nos traen viandas a mis tres hermanos y a mí cuando vuelven de aquellos lares, y entonces hacen tour por las casas de los cuatro para ir dejándonoslas. Hace un tiempo mi padre dijo que él ya no iba de repartidor, que si queríamos los chorizos que fuéramos a por ellos, pero o bien se le ha olvidado, o no le molesta demasiado hacer la ronda de visita a sus hijos, porque esta vez ni me dieron opción a que fuera yo.

Gritsándanas. Narcisos en castellano.

Cuando estábamos tomándonos un vinito después de la entrega, mi madre confesó no sin cierto sentimiento de culpa: “Esta vez no te han tocado retorcidos, porque como luego dices que no deberías comerlos o nosequé, como venían divididos en dos paquetes le hemos dado uno a Manolo, que son tres, y otro a Carlos, que tiene a Elia.” Y como yo estoy sola en la vida, no me han tocado. Menos mal que entre los hermanos no hay envidias… “Por cierto –continuó mi madre dirigiéndose a mi padre- que esta vez como nos dio los retorcidos el día antes de volvernos, no hemos podido comprarle los ingredientes.”

¿Cómo se llama esta mujer que les hace los retorcidos? Ahora no me sale. Bueno, pues esta mujer es vecina de Villager. Es ya muy mayor, tendrá como ochenta años, y le gusta hacerles retorcidos a mis padres cuando van para allá. Recuerdo que al principio ellos se sentían un poco violentos, porque esta mujer vive de una pensión más que escueta, e intentaban compensarla con algún regalito útil para la casa –unos trapos de cocina, una lamparita… lo que fuera. Pero un día llegaron a la conclusión de que en vez de eso quizás le vendría mejor que le dieran los ingredientes que ella había utilizado para hacer los retorcidos –harina, aceite, azúcar y huevos, básicamente. Así lo hicieron una primera vez, y ella lo aceptó sin oponer demasiada resistencia.

Desde entonces, es así. Han llegado todos a este acuerdo tácito en que esto es lo normal. De modo que el regalo de esta mujer… -¡Cesárea se llama! El regalo de Cesárea es en realidad el tiempo y el esmero que dedica a hacer algo para agradar a mis padres. Y a mí me parece algo muy bonito, muy auténtico... y muy “de pueblo”.

15 comentarios:

  1. los retorcidos parecen personitas acostadas o desmembradas.. ¿les ponéis nombre?

    chulo el cártel del Rastro de tu florido recibidor.

    ResponderEliminar
  2. pues yo veo mujeres de grandes pechos.... no, en serio... me voy a cagar en todo yo he tenido que ir a por las viandas, pero bueno... yo me he llevado un butiecho que les pedí... jijijiji pero bueno es una moneda de cambio por los retorcidos... :P

    por cierto se dice GriTSándana TS!! TS!! TSÁNDANA!! gri-TSándana con la "s" liquida..

    ResponderEliminar
  3. Pues qué bonito rebonito lo que hace Cesárea, muchas gracias por contárnoslo...

    y, por cierto, al ver la foto de los retorcidos me he acordado de que alguna vez que he tenido la fortuna de pasar por tu casa después de una de esas visitas a Villager me ha caído alguno en suerte, años ha..... jo, anda, dile a tu padre que no estás tan sola en la vida, que tienes unas cuantas amistades a las que alimentar y que:

    aunque amigos-amigos no seamos,
    a compartir los retorcidos
    siempre nos apuntamos

    ea.

    ResponderEliminar
  4. Davidiego; además de acostadas y desmembradas parecerán personitas retorcidas, las pobres, ¿no? Qué habrían hecho para que las trataran así...

    El cartel del Rastro, para las mentes malpensantes -que las hay- NO lo mangué; me lo dieron unos amables operarios del Ayuntamiento que los estaban desmontando y se lo pedí. Y estoy muy contenta con él. :)

    Danny... ¡¿A ti te dieron butiecho?! Cabrón; siempre fuiste el favorito... XD

    Y cuánto me alegra que comentes lo de GriTSándana... ¡JAJAJAJAJAA! Me acordé cuando lo escribí, pero no vi la forma de incluirlo en la historia. Para los que no sean de la familia y por si no se entiende, eso es algo que dice mi padre.

    Cari, cuánto me alegra que tú también aprecies lo bonito de la anecdotilla.

    Y te alegrará saber que mi madre me ha dicho que como se sentía compungida y culpable, me ha rescatado unos cuantos retorcidos para mi disfrute -y el de los míos si se tercia.

    ResponderEliminar
  5. ¿Para cuando un GIF ilustrando esta entrada?

    Derechos – Torcidos – Retorcidos

    A lo mejor ya lo has hecho y nos lo ocultas…

    ResponderEliminar
  6. Villager de Laciana... precisamente ahora me estoy leyendo yo... :)

    Por cierto... y la nube?

    *...

    ResponderEliminar
  7. Anda, mira. Pues yo me empecé ayer El guitarrista y me ha enganchado bien.

    A ver si un día nos vemos un ratejo :)

    ResponderEliminar
  8. Ah, y la nube desapareció de repente resistiéndose vehementemente a su recolocación, y tuve que poner la primitiva, con todo el dolor de mi alma. Una lástima.

    ResponderEliminar
  9. Ja, ja, yo me estoy acabando ya El Guitarrista, que lo saqueé de la biblioteca el otro día!

    Gorronas d'ideas...

    ResponderEliminar
  10. Qué poca personalidad tienen algunas...

    Yo voy ya por la mitad. Cuando nos veamos -que probablemente ya me lo haya acabado- hacemos el comentario de texto.

    ResponderEliminar
  11. EGO muuuuuuuucho más*...16 de abril de 2010, 13:41

    Os advierto que el final es malísimo: En lugar de a París, deciden irse todos juntos a América, pero se hunde el barco y mueren todos... menos una.

    Cuando hagáis el comentario de texto, si queréis, me podéis avisar,... así sube un poco el nivel.

    Ya,... yo también os quiero.

    *...

    ResponderEliminar
  12. Joder, hay últimamente como un aire a "sobrao" por aquí... XD

    Pues ya veremos si me lo acabo para mañana y si quedamos Cari y yo. Si ese es el caso, será un placer tenerte entre nosotras para el aperitivo.

    ResponderEliminar
  13. El Guitarrista...pues yo también me lo estoy leyendo, claro que yo empecé ayer y ya comienza a engancharme.
    A lo que vamos, me emociona la señora Cesárea, el sentimiento de culpa de tu mami, la recopilación de retorcidos que han hecho tus hermanos para tí...debe ser la primavera.

    ResponderEliminar
  14. Gril.lándana (ortografía RALA), Gritsándana (ortografía de los "tsibrus'i Patsuezu")... ía una prepalatal africada). Antiguamente escribióse tamién "lh" ... Ía'l mismu fonema que " Ḷḷaciana /L.laciana (usau nos testos dixitales)/ Tsaciana" ((Villa) Flaccidiana).

    Y qué bien suena, ¿verdad? Hay cantidad de palabras que a los exiliados en Madrid, nos encanta volver a oír... o a reproducir mentalmente: ahora mismo estoy pensando en los "estal.lones" /"estatsones" (Digitalis Purpúrea).

    ResponderEliminar
  15. ¡Los estal.lones! Conozco la planta; mi hermano y yo cuando éramos pequeñitos los llamábamos "fiesta", porque cogíamos con el puñito de la parte baja del tallo y lo subíamos en un rápido movimiento que hacía que las flores salieran volando por los aires, y gritábamos: ¡Fiestaaa! Y a por otra. :)

    ResponderEliminar