Como indica el título de la
anterior entrada –de la cual esta es continuación- en este nuevo curso escolar
nos enfrentamos a importantes bajas en los personajes de Cotidianas; bajas, en
plural. Os hablé el martes de la desaparición de El póster; sí, un poco de
pena, pero vaya, ¿qué nos dejó? Unas cuantas imágenes estáticas, la anécdota de
su estrepitosa caída de la silla... y poco más.
Ahora preparaos para lo peor;
¿qué ausencia sería la más dolorosa para mí? ¿la desaparición de quién haría
más mella en mi maltrecho espíritu? Efectivamente, El Adonis. Mi Adonis...
pareja del irresponsable vecino seropositivo de arriba –desde ahora en
adelante, Sero.
Un par de días después de aquella anonadante frase oída en
la soledad de mi cuarto, llegaron a mi cocina retazos de una conversación entre
los dos amantes en un tono digamos áspero. Hablaban de unas zapatillas que uno
de ellos había dado a alguien sin la aquiescencia del otro, de una planta (“si
quieres la palmera quédatela, por mí...”) Nada en la conversación tenía una
estructura clara hasta que llegó a mis oídos algo así como: “...cuando
decidimos separar las cosas...” Intuí entonces que hablaban de su separación,
la de ellos, pero me puse a dar vueltas al sofrito y no me hice más cábalas.
Al día siguiente bajaba las
escaleras y al llegar al portal me encontré la entrada llena de maletas y
bártulos, y un joven apuesto custodiándolas, mirando escaleras arriba, como
esperando a alguien. (¿El joven con el que El Adonis había puesto los cuernos a
Sero, a pesar de lo cual éste no podía acusarle de cabrón, porque él se había
callado durante dos años lo de su enfermedad?) Desde entonces, ni rastro visual
o auditivo de El Adonis. Se fue a su Olimpo. Se esfumó dejando solo desolación
tras de sí.
La muerte de Adonis -Rodin
Ahora la madre de “Sero” se ha
mudado con su hijo -o eso parece- quizás para darle apoyo moral en su reciente
ruptura. Pero el caso es que no me llegan más que discusiones entre ellos -no
se deben de saber eso de que por el patio se oye todo, porque no se cortan un
pelo. Quizás no sean discusiones estrictamente; es como si solo supieran
expresar su disconformidad o su desacuerdo con el otro a ladridos; hay gente a la que ese tipo de comunicación le resulta normal, que es su
manera de expresarse, pero para mí son como una nube de mal rollito encima de
mi cabeza cada vez que les oigo...
PRIMER, PRIMER, PRIMER!!!
ResponderEliminarAAAAH!, SE SIENTE DAVIDIEGO....
Y ahora que ya soy primer, puedo leerlo, XD
Joder al principio pensaba de Sero "¡que cabrón!, ahí jugandose la salud de su pareja", pero desde luego la vida se la esta haciendo pagar con creces, no tiene bastante con separarse del Adonis (que no es cualquier hombre es... Adonis), y encima viene la verdulera de la madre a amenizarle la vida, pero ¿donde esta el tuerto que a mirado a este pobre chico?, a mi ya me ha dao pena ¿le apadrinamos?, jeje.
ResponderEliminar¡¡¡JAJAJAJAAAA!!!!! Joé Bro, m'e descojonao con tus comentarios. Y el segundo... ¡estás hecho un marujón! Tú como si siguieras una telenovela... Me parto! XD
ResponderEliminarLlevo medio año buscando el blog del Adonis, acaso el twitter de algún vecino, y no puedo seguir las cotidianadas desde otro punto de vista.. Hackearé las cámaras del Ayuntamiento.
ResponderEliminarsi quieres que hablen mas bajito meteles la direccion del blog en el buzon... y el resto es esperar....
ResponderEliminarSí claro, una idea fantástica... :S
ResponderEliminarAnda, que el día en que alguno de mis vecinos descubra el blog... ¡tenemos historia buena-buena! :D
O más bien histeria buena-buena! jeje.
ResponderEliminarBueno, a ver si ahora consigo subir mi comentario una sola vez y no quinientas, como en el anterior post. Ahí va: yo lo siento por ti Laura, pero creo que el empadronamiento de la madre de Sero en ese domicilio nos vendría muy bien a los lectores de este blog, más ahora que El poster está de baja. ¿Has pensado que es posible que la madre de Sero, si es que se trata de su madre, puede estar pagada por El Adonis para hacerle la vida imposible a Sero? Porque yo podría perdonar-asimilar que mi pareja me ponga los cuernos y seguir con mi vida, pero que me deje un recuerdito que me pueda costar la vida, no se yo si eso lo perdonaría sin una venganza asociada.
ResponderEliminarAlicia.
Yo francamente espero que Sero no le dejara un sempiterno recuerdo al Adonis en forma de virus. Si así fuera, cualquier venganza podría ser pequeña.
ResponderEliminarPor cierto, que o bien la madre se ha pirado ya, o han suavizado la convivencia, porque he dejado de oír sus ladridos encima de mi cabeza.