martes, 27 de septiembre de 2011

Jorge me preocupa

Algunas cosas cambian, otras permanecen...

Ayer recibí una de las ya legendarias llamadas que mi vecino Jorge lleva haciéndome durante los últimos seis o siete años con propósito indefinido.

Siempre es una sorpresa cuando contesto el teléfono y oigo su voz, porque no tengo su número metido en la memoria; lo borré hace ya tiempo. Cada vez que sonaba el teléfono y veía su nombre en la pantallita pensaba: “Buf, no, qué poquitas ganas” y no lo cogía. Entonces Jorge volvía a llamar al día siguiente, y obviamente volvía a no apetecerme, y entonces llamaba otra vez a los dos días... hasta que en una de esas se lo cogía en plan “hala, voy a pasar el mal ratito lo antes posible, y quitármelo de encima ya”. Al final se convertía en más de lo que era, así que decidí quitar el número de la memoria y apechugar cuando tocara, como una valiente.

Como iba diciendo, ayer tocó llamada. Estaba en casita por la mañana, tomándome mi té cuando sonó el teléfono. Al cogerlo, oí la voz de Joge:

- Hola, buenas noches, ¿Cómo estás?
- ¿”Buenas noches” Jorge? Anda que...
- ¡Ay, buenos días! Jajaja... es que esta mañana me ha llamado un amigo para desayunar a las siete y media de la mañana... y ya me he descolocado.

¿? ¿Y qué eplicación es esa? ¿Qué te has desayunado?, ¿un par de sol y sombras o qué? En fin. Siguiendo el guión usual me pasó su cuestionario; que si Flecha, que si mis padres, que si la bici, luego se cebó con el tema de mi tos (este verano he estado fumando, y la maldita ha vuelto. A ver si desaparece pronto que ya lo dejé hace un par de semanas.) luego siguió con el de las vacaciones... y en medio de todo ello, no recuerdo bien como, me dijo algo así como “Sí, Sara, porque...” ¿Cómo que Sara? –pensé. Bueno, se le habrá pirao. La conversación llegó por fin a la parte final en la que me toca preguntar a mí también algo para que sea un poco equilibrada la cosa, y una vez concluido todo el guión, la despedida:

“Bueno Sara, que tengas un buen día.”

Joder Jorge; no sé si preocuparme por tu salud mental, que sabemos que anda algo maltrecha... o empezar a ponerme celosa.

8 comentarios:

  1. Yo a este si que le ponia la direccion de tu blog en el buzón y... a esperar.
    A partir de ese momento, el que tendrá que ser un valiente para enfrentarse a la llamada, será él.
    Jijiji.

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  2. Lo tuyo es de verdad??

    Mis vecinos no me gustan, son cansinos simplemente, no dan tanto juego, y antes había un gato, pero ningún hurón.

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  3. ¿Y no será que, por la temporadita que pasó Sara en tu casa, oyera su nombre pensando que se refería a ti y pensara que había estado equivocado todos estos años y en realidad no te llamabas Laura, sino Sara?

    Y el hombre va y hace la prueba ahora, y tú no le corriges!

    En la próxima llamada, contraataca y llámale Javier...

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  4. Bro, no se yo a quién incomodaría más que él leyera mi blog. Bueno sí.

    Pues sí Davidiego,lo pensaba el otro día; en mi edificio somos solo doce casas (una desocupada) pero nos hemos llevado un buen cupo de personajes, ya lo sabéis vosotros. ¡Y los pisos de alquiler son un constante filón!

    Adelita... ¿He contado yo por aquí que estuvo una Sara unos días en mi casa? ¡Joé, es que no me callo ni una! Pues te diré que me ha costado recordarlo, y pensé que te estabas confundiendo -o te lo estabas inventando! :D Lo que es tener un blog; que personas a quienes no tienes el gusto de conocer te recuerden datos de tu propia biografía!

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  5. Ten cuidao con la recomendación de Adelita, a ver si le vas a llamar Javier, y el va a pensar:
    Jorge...Javier...JorgeJavier...Jorge Javier Vazquez, ¡¡ya está!!,¡¡esa es la señal!!, me está llamando maricón para que ataque, ¡¡¡BIEN!!!
    Y tu ahí, 8S

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  6. Que Adelita soy yo, gilipínfana!

    sorry.... es que había tenido un día 4 en la escala Richter.....

    8]

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  7. Gilipínfana tú, no te jiba...

    Adelitas somos...

    (a ver si nos ponemos al día, que no me sé ná de ná de vos!)

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  8. Uf, menos mal que Cari ha confesado ser Adelita, ya me estaba yo montando mi película imaginado que igual Adelita no era otro que Jorge camuflado
    Alicia.

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