Anoche me llamó un amigo por teléfono para ponerme al día de sus cuitas amorosas; su pareja y madre de su hija de un año le dejó antes del verano tras algunos meses de malos rollos que se vieron culminados con una acusación infundada de que él estaba teniendo un affair por ahí. Después de varias sesiones yendo ambos a un psicólogo para intentar salvar la relación, ella hizo las maletas y se largó con la niña.
Él se quedó hecho polvo, pero pocos días después de que ella se fuera, se saltó el duelo a la torera y se lió con una chica con la que comenzó una idílica luna de miel. Esta chica le gustaba de verdad y él no es de los que se conforman con un rollito frívolo, así que un día, aprovechando que ella estaba en la ducha, decidió darle un repaso a su móvil –mensajes recibidos y enviados, llamadas…- para, en sus propias palabras, ver con quién estaba. Al no encontrar nada escabroso y para ir con la verdad por delante, le confesó su pecadillo a su nueva pareja, que le absolvió sin darle demasiada importancia al espionaje.
Llevaba apenas un par de semanas ella instalada en su casa cuando la ex decidió pasarse por allí cuando no había nadie, para ver si en efecto él estaba teniendo una aventura -entrando con las llaves que aún conservaba. Encontró pelos rubios en la cama, bragas en el cesto de la ropa sucia y fotos de una rubia desnuda en el ordenador. Por supuesto no sirvió de nada que mi colega le jurara y perjurara que la relación había empezado después de que ella le dejara.
Pero aquí no se salva nadie, porque tras unos meses de relación, a “la nueva” le empezó a rondar la sospecha de que mi colega seguía enamorado de su ex y estaba esperando la ocasión de volver con ella, y qué mejor forma de descubrir la verdad que meterse en el ordenador de él y leer el correo intercambiado entre su rival y mi colega, y los mensajes del móvil. No encontró nada que confirmara sus temores, y confesó su momento de debilidad, recibiendo inmediata absolución.
Para que esto no se convierta en un culebrón resumiré mucho; la ex le ha pedido volver, y aunque él está enamoradísimo de la nueva, la otra es la madre de su hija, el deber le llama etc. y él ha decidido darse un tiempo alejado de las dos mujeres para poder reflexionar.
Las últimas noticias que me trajo ayer, son que ha estado recientemente cotilleando el ordenador de la madre de su hija –no sé cuándo ha encontrado el momento de hacerlo- y en él ha descubierto con asombro una carpeta con su nombre –de él. Al abrirlo ha encontrado lo que parecía su ficha policial; diferentes carpetas nombradas Emails, Facebook, Documentos, etc., donde ella había ido recopilando toda la información personal había ido sacado del ordenador de mi colega en sus últimos meses de convivencia.
-Pero tío, yo alucino.
-Ya, y lo malo es que cuando lo haces y encuentras algo te lo tienes que tragar, no le puedes decir ni mu, porque si hablas es como decir “vamos a tirar de la manta", y empieza a salir toda la mierda; “Y tú has hecho tal…” “Y tú cual…”
-Pero es que me cuesta creer que este espionaje esté tan generalizado; tú lo haces, ella lo hace, la otra lo hace…
-Nosotros lo hacemos, vosotros lo hacéis…
-No tío, yo en doce años que estuve con Guy ni se me ocurrió mirar su móvil o su cuenta de correo. No es que me tuviera que contener; es que ni se me pasó por la cabeza.
-Pues si lo hubieras hecho a lo mejor no te hubieras llevado sorpresas luego.
O sea, que la conclusión es que yo soy gilipollas. Así está el patio.
dos gilipollas.
ResponderEliminarpero primer comentarista.
Tú también, gilipollas ¿no? ¡Y por muchos años!
ResponderEliminarbienvenida al mundo real. echaba en falta algo de "crudeza" de prensa amarilla.
ResponderEliminarDos gilipollas y un necio que no borra sus sms.
Ojos que no ven, ostiaja que te pegas...
ResponderEliminarpues miro yo pienso ke el unico gilipollas es el... porque el respeto hacia la otra persona tu no lo has perdido y el si... asike... MALDITO GILIPOLLAS!!! JEJEJEJE
ResponderEliminarpor cierto davidiego lo tuyo roza la enfermedad... haztelo ver tio...
ResponderEliminarotro gilipollas más???
ResponderEliminarLa historia es de verdad??? moskis!!! La gente no puede contener sus ansias de curiosidad... ojos que no ven...
Feroz ¿qué pasa, que tú has sido víctima de espionaje?
ResponderEliminarAsí qué echabas en falta "crudeza". Qué curioso, porque yo dudé de si el post no sería "crudo" o serio en exceso para este alegre y desenfadado blog. Pero de vez en cuando hay que soltarlas como vienen.
Anónimo... tú eres de los que espían, ¿eh...? ;)
Dani, nosotros nos auto-denominamos gilipollas porque eso es lo que "ellos" parecen opinar de nosotros, pero no compartimos su opinión, of cors.
Sí Popi, la historia es de verdad; por eso no he querido usar nombres. Tela, ¿no?
Asusta...
ResponderEliminar¿Cuenta igual si espías con el espiado delante siendo éste consciente del acto de espiar (es que espiación me suena raro...)?
¿Dónde queda la emoción de los pequeños secretos?
No Misstake, no cuenta. Así que parece que tú también eres gilipollas, lo siento :D
ResponderEliminarEfectivamente; dónde queda la emoción de los pequeños secretos. No he contado que mi colega, mirando el historial de internet en ordenador de su ex, descubrió que ella le estaba preparando un viaje sorpresa. Se anticipó y le dijo básicamente que ni de coña.
pero... ¿es que estos romanos están locos? ¿Es que la gente hace estas cosas? Me dejas perpleja...
ResponderEliminar¿Y les parece normal? Qué malitos estamos...
Les parece normal, eso es lo chocante. Tú imagínate la paranoia si estás con alguien así. No es que tengas cosas que ocultar, es que quieres tu privacidad, y no te la respetan.
ResponderEliminarNo penseis que sois gilipollas, simplemente pensad que tenías confianza y fé en la otra persona, pero al final, SE HA COMPORTADO COMO GILIPOLLAS!!!
ResponderEliminarSí, sí, yo gilipollas pero honrrá, ¡vive dios! :D
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