A todos ellos, gracias :)
martes, 28 de octubre de 2008
Homenaje
A todos ellos, gracias :)
martes, 21 de octubre de 2008
El regateo

Pero cuando de verdad no estás interesada porque el precio que te piden es demasiado alto y/o el objeto no es tan deseado, y te largas convencida y resuelta a quedarte sin ello, al salir por la puerta oyes a tus espaldas “Oye, amiga, ¿Cuánto pagas? ¡70 dirhams!” “No, no, es que no me interesa, de verdad, gracias…” “¡60 dirhams amiga! ¡50!...”
Algo muy parecido pasa a menudo en las relaciones entre hombres y mujeres.
sábado, 18 de octubre de 2008
Que me lo expliquen
De momento me voy mentalizando para encontrarme los turrones en el Mercadona la próxima vez que vaya a hacer la compra.
jueves, 16 de octubre de 2008
Apura la pasta
El caso es que Heather ya se ha ido, y aunque sigo con la inercia de no poner la tele, algo más sí que la veo. Y después de cinco minutos de telediario es imposible ignorarlo; estamos en crisis.
El otro día entrevistaban a un tipo por la calle que decía que con eso de la crisis se veía obligado a tomar medidas de “emergencia”, como aprovechar hasta la última gota del champú echando un poquito de agua al bote al final,

-Echo una gotita de agua en el rimel y el eye liner cuando veo que empiezan a espesar.
-Parto en dos las toallitas desmaquillantes; con la mitad me sobra y… ¡voilá! ¡Me duran el doble!
-Corto el bote de crema hidratante cuando está en las últimas para poder “rebañarlo” bien.
-No tiro de la cadena cada vez que hago pis.
-Entre las amigas hacemos “mercadillos de ropa de segunda mano”, y así adquirimos ropa “nueva” gratis y nos deshacemos de la que ya no nos ponemos.
-Uso el agua de lavar las verduras para regar. -Bueno, la verdad es que con el agua tengo miles de medidas anti-derroche.
-En invierno ando por casa con jersey gordo y pongo la calefacción solo cuando hace menos de dieciseis, diecisiete grados.
Y un muy largo etcétera.
El problema es que estas acciones sean para algunos medidas “anti-crisis”; que el ahorro nos parezca cutre, y un síntoma de abundancia –o peor; de "normalidad"- el despilfarro. A ver si la crisis sirve al menos para que la gente se aprenda que no necesitamos consumir tanto; seguro que el planeta nos lo agradece.
sábado, 11 de octubre de 2008
Por qué me llaman Mónica
Un día reflexionando sobre esto me di cuenta de es algo parecido a lo que me pasa a mi; cuando estoy en casa, si todo está en “su sitio” es como si no percibiera ningún estímulo, y estoy tranquila y sosegada, pero si hay algo fuera de lugar, es como si el objeto fuera de lugar saltara a mi vista, diciéndome “¡¡¡estoy aquí, estoy aquí…!!!” Si quiero estar “no estimulada”, relajada, tiene que estar todo en su sitio. Por eso cuando por ejemplo hago alguna redistribución de los muebles del salón tardo un tiempo en estar a gusto, hasta que deja de “saltarme a la vista”. Y por eso soy tan ordenada.

Para continuar mi patética defensa he de decir que procuro no abandonarme a mi manía y tenerla controlada, y cuando viene alguien a casa me gusta que se sientan a gusto, y no ando detrás recogiendo todo lo que van dejando sobre las sillas, mesas etc... y llega un momento en que me consigo olvidar. Casi.
También hago “ejercicios de tolerancia” estando sola, por ejemplo dejando conscientemente cosas sobre la mesita del salón al irme a la cama; la taza, el mando de la tele, el teléfono… aunque me cuesta. Lo cual me recuerda a un episodio de Friends, en el que Mónica se intenta defender de sus amigos que la acusan de maniática. Para ponerla a prueba una noche dejan unos zapatos en el salón de su casa a ver cuánto tiempo puede dejarlos ahí. Ella se va a la cama, y allí reflexiona; “Buah, ¿Qué se piensan? ¿Qué no puedo dejar ahí los zapatos toda la noche? (…) ¡¿Y si los recojo y por la mañana me levanto temprano antes de que nadie venga, los vuelvo a poner en el mismo sitio y nadie se da cuenta?!...”
No sé cuántas personas podrían realmente entender esto. Yo sí.
lunes, 6 de octubre de 2008
Rescatadas del olvido 2
Chavala, lo que yo he vivido… tú ni lo has pensado. Tú ni has empezado. –Pacopepe
Yo quiero ser como, “soy tan la hostia que ni me voy a esforzar en demostrártelo".-Menda
-Es algo entre algo y nada. Como quizás.
-¿De verdad crees que quizás?
-Mhmm… no. -Moe, sobre la existencia de Dios.
Le regalamos a mi madre una bata de gotelé. –Pablo
A ver cuánto me duran en este banco cinco minutos –Oído por Cari y Pizarro a un vagabundo mientras se miraba el reloj.
Yo eso no me lo pierdo por menos de nada. –Mi padre
Me encantan estas niñas marroquíes, con los ojos desgarrados… –Quique
Yo esta noche estoy fuerte; yo quiero acabar, pero bien… y mal .–Heather
Es como… ¡paso palabra!... ¡Y con la K! –Sarita hablando de los tíos.
jueves, 2 de octubre de 2008
Las hermanas Karamazov
Ahí están, pues, Las hermanas Karamazov. El nombre tiene su origen en su previo apodo: “Las espías rusas”, porque desde el principio me parecieron como uno de los personaje siniestros de James Bond, de esos que ocultan una mente cruel bajo una apariencia inofensiva...
Las hermanas Karamazov suelen pasear del brazo, y visten SIEMPRE iguales. Me las imagino por la mañana delante del armario, diciéndose la una a la otra:
- ¿Y qué nos ponemos hoy?… ¿Qué te parece esto?
-Ay, no, es que me eché ayer el café en los vaqueros…
-Bueno, pues ¿qué te parece la falda de volantes con la rebequita encima?
-Ah, vale, que hace mucho que no nos lo ponemos…
¡Con lo fácil que sería comprarse cada una su ropa e ir intercambiándosela! Ni siquiera eso, como tendrán un armario compartido, lo podrían dejar ahí todo e ir tirando... O tal vez cada una tiene su armario, que es una copia idéntica del armario de la otra, con toda la ropa en idéntico orden… huyyy… me dan escalofríos solo de pensarlo…
Seguro que en su infancia escucharon a sus padres comentando entre ellos: “Bah, ya se les pasará eso de vestirse iguales; ya se echarán novio y verás, si es que son cosas de chiquillas…” Y entonces se hicieron una promesa “Nunca, nunca dejaremos de vestirnos iguales.” Y lo juraron sobre… no sé, la Biblia de los Gemelos, o algo…
Y claro, nunca se echaron novio porque ya se tenían la una a la otra. ¿Y por qué no, oye? Con lo que hay por ahí...
miércoles, 1 de octubre de 2008
Se me ha independizado la niña...
Bueno, ya meto su taza en el lavavajillas...
...Mira, los nuggets que me dejó hechos… ¡me los como! Qué tonta, me ha apuntado en la lista de la compra en la nevera “chiki nuges” partiéndose de risa por su ocurrencia.
...me puedo comer lo que queda en la bolsa de patatas fritas, no tengo que guardarle nada, porque ya no está aquí...
...estará en su casita nueva, sentada entre todas las maletas, o “encajando” la cama en su habitación, con una sonrisa de satisfacción… o con los ojos rojos llenos de llantito.
... mira, se ha olvidado llevarse la crema de cacahuete… Mmmm… ¡Yummy!…. :q
...vaya, pero se ha llevado el tabaco… y me apetecería un cigarrín… ah, pero tengo aquí de reserva…
“¿Te apetece un té?” “Yes pleeeeeease…” “¿Qué té quieres?” “Eeee… uno de tila con naranjo.” -Ella llama té a todas las infusiones.
Y mientras la recuerdo tomándome mi "té" y fumándome “el de la paz”, pienso: “Seguro que me manda un mensajito antes de irse a dormir… bueno, ya es la una menos cuarto de la mañana, ya no creo…” ¡y me suena el móvil: un mensaje!
Lo abro, y es ella, que me dice
cosas muy bonitas.