miércoles, 19 de septiembre de 2012

Jardín zen


Os presento mi nuevo jardín zen, elaborado cien por cien con materiales reciclados -o sea, que no me he gastado un duro en hacérmelo. Bueno, miento; el tinte color wengé tuve que comprarlo, pero lo necesitaba para otra cosa -y solo me costó 2.50 €.

¿Qué cómo lo hice? Comencemos por el tablero; una especie de contrachapado grueso, de 1'50 cm de espesor que me encontré en la calle hace tiempo. Tenía tan buena pinta que me dije "este me lo llevo, que para algo me servirá." Y no me equivocaba.


Tenía también los listones que utilicé para formar el cajón -me debieron de sobrar de alguna manualidad. Los corté del tamaño adecuado, y los pegué al tablero con cola blanca.


La cola blanca siempre la tengo en casa -y otros dos o tres tipos de pegamento; nunca faltan.


El rastrillo lo hice con un trocito del mismo listón, un palito de pincho moruno y palillos de dientes.


Después lo teñí todo y cuando se hubo secado (o quizás hasta un poquito antes, siendo como soy tan impaciente) lo llené de arena que traje de mis vacaciones en Conil este verano. 

Luego cogí unas cuantas piedras de las que andan por casa (no sé si serían de las que Cari o Pili me traen de  regalito de sus viajes o de las que cojo yo del campo o la playa) y las puse sobre la arena. Para darle un toque "vegetal" le puse también un retazo de césped artificial que me encontré en la calle y añadí un detalle oriental con un buda que me regaló Heather hace cinco o seis años. Para finalizar, un toque cálido con una velita... ¡y a rastrillar se ha dicho!

La primera noche sobre todo estuve un buen rato peinando la arena; probablemente era nostalgia de la playa, porque estaba recién regresada. Es muy agradable y muy relajante deslizar el rastrillo muy suavemente, intentar conseguir hacerlo de un solo trazo, inventar nuevos diseños.... Lo bueno es que cuando me canse de tenerlo decorándome la mesa del salón, lo "desmonto" y aquí no ha pasado nada. 

Estos son algunos resultados de mi primera sesión de jardinería zen. No es que me sienta orgullosa de ellos; es simplemente una muestra de lo  mucho o poco que puede dar de sí el asunto. (siento la mala calidad de las fotos, pero me he quedado sin cámara -se me cayó en la arena, grrrr...- y están hechas con el móvil.)




No soy la única que disfruta mi jardín zen; hay unas nuevas inquilinas en casa que también parecen encontrarlo muy agradable... en el siguiente post os cuento ;)

5 comentarios:

  1. Me encanta, tanto el aprovechamiento como el resultado.

    Vicent.

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  2. Gracias! Sé que últimamente estoy un poco monotemática con mis proyectos y a algunos ni les va ni les viene, pero bueno, son fases. Me alegro mucho de que haya a quien les guste.

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  3. El blog es tuyo, estaría bueno que no publicaras lo que te diera la real gana :-)

    Al que guste bien y al que no pues lo tiene fácil, que no lo lea.

    Vicent.

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  4. Ese peaso artista!!!
    Pues estoy con Vicent, al que no le guste que pinche en otro link, que hay muchos ;P

    A mi me encantan todas estas demostraciones de imaginacion y habilidad con las que nos sorprendes. Amén de que soy un copión como bien sabes.

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  5. Pues sí, a veces me olvido de que el blog es para mi propia satisfacción en primer lugar. Y claro que me gusta que a los demás os guste, pero sin perder esa esencia, que a fin de cuentas, soy yo :)

    Gracias Vicent y Bro ;)

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