sábado, 14 de enero de 2012

No lo tiro, no lo tires

Parece que en estos últimos años estoy empezado una nueva tradición; en las vacaciones de navidades doy un repaso a las cosas que tengo en casa que no utilizo y no tiene pinta que vaya a utilizar, y les busco un nuevo hogar. Este año por ejemplo además de devolver un titipuchal de lápices y bolígrafos al gran estuche cósmico, he reubicado un neceser de viaje, una plancha para el pelo, un par de zapatos nuevitos-nuevitos, y una televisión de pantalla plana que me regaló Paul sin cable, el cual me ha sido imposible encontrar (espero Paul que apruebes mi decisión)

¿Que cómo me deshago de estas cosas? A través de una fantástica página de la que ya he hablado por aquí en alguna ocasión, Nolotiro, que pone en contacto a personas con carencias, con personas con excedencias –en este caso yo.

En los años que llevo de usuaria de Nolotiro, lo cierto es que solo he hecho uso de ella para colocar mis corotos, pero este año... algo ha cambiado. Mirando un día por curiosidad lo que la gente regalaba vi que alguien ofrecía unas zapatillas de andar por casa térmicas, que según explicaba el anuncio, llevaban unos saquitos en las suelas de esos llenas de semillas que se meten en el microondas y se calientan, y encima huelen requetebién. Llevaba mucho tiempo queriendo hacerme con un saquito térmico de esos, pero básicamente me parecían una estafa por el precio desmesurado que suelen tener, y había pensado averiguar qué semillas llevaban y fabricarme yo misma uno con estas manitas. Tener ya la materia prima me facilitaba mucho las cosas, así que me puse en contacto con la dadora, y el domingo pasado quedé con ella en Tirso de Molina y se realizó la entrega.
Lo cierto es que no estaba segura de si tal y como, de zapatillas, el tema saquito térmico sería de mi agrado, pero al ponérmelas por primera vez se aclararon mis dudas definitivamente y entendí por qué su anterior propietaria había decidido pasarlas a quien le pudieran interesar. Las zapatillas no eran nada cómodas; no solo no se podía andar con ellas puestas, sino que además no se adaptaban nada bien al pie, de modo que decidí desguazarlas inmisericordemente, reutilizar las preciadas semillitas (que básicamente parecían arroz, clavos de olor y lo que podría ser a juzgar por el olor, pequeños pedacitos de vainilla) y fabricarme mi propio home made saquito térmico. 

/continuará.../

2 comentarios:

  1. Oye, que buen concepto el de esa pagina, no se donde esta el rastro, pero da gusto que aun existan personas dispuestas a dar no solo lo que ya no les sirve sino lo que alguien podría aprovechar mejor.

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  2. El Rastro está en Madrid, España, pero la página es internacional; mira aquí:

    (http://nolotiro.org/en)

    Quizás en tu ciudad no haya ningún anuncio, pero en Mexico City por ejemplo hay unos cuantos:

    http://nolotiro.org/en/woeid/116545/give.

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