sábado, 20 de junio de 2009

Mente y Realidad

Guy tenía una paranoia según la cual él era una especie de sujeto experimental manipulado por científicos que se entretenían poniéndole en situaciones particulares o difíciles para ver cómo reaccionaba. En su versión más radical directamente era un cerebro en una cubeta y lo que él percibía como “la realidad” no era más que una ilusión creada por la estimulación eléctrica de su cerebro. Yo atribuía estas ideas a un egocentrismo exacerbado, y entre nosotros era un tema de mofa recurrente “Qué, los científicos están haciendo de las suyas, ¿no?” O él me decía “No voy a hacer X, porque eso es lo que “ellos” quieren que haga”.

Cuando Gordon, un colega a quien habíamos conocido hacía poco, nos contó esa misma paranoia en primera persona, Guy reaccionó con suspicacia: “A mi no me la das; a ti te han puesto “los científicos” para ver cómo reacciono ante la revelación de lo que llevo tantos años sospechando.” Gordon respondió ofuscado: “¡Ya veo lo que está pasando!! ¡Tú eres su cómplice, y has visto que os he pillado, y estás intentando confundirme…”

Unos años más tarde salió la película “El Show de Truman”; fuimos a verla en seguida. Yo me partía: “¿Y ahora qué? Han hecho una película sobre lo que te están haciendo para ver cómo reaccionas, ¿no?” Apenas unos meses más tarde salió “Matrix”, que prácticamente giraba en torno a su paranoia del cerebro electro-estimulado; aquello ya era demasiado. Entonces llegó a nuestros oídos que un español había denunciado al “Show” por plagiar un corto que él había hecho años atrás; la causa había sido desestimada básicamente porque se demostró que aquello era una paja común de la humanidad.

Recientemente he dado con el nombre de esta paja en cuestión: Solipsismo, del latín "solus ipse"; solamente existo yo. El solipsismo sostiene que lo único que podemos asegurar es la existencia de nuestra propia mente, y que todo lo que nos rodea puede ser un producto creado por ella. El cuestionamiento de lo que consideramos "la realidad", existe a lo largo de toda la historia del pensamiento humano; El mito de la caverna de Platón, Descartes, el Zen, la física cuántica aplicada…

¿Y qué implicaciones tendría abrazar la creencia de que sólo mi mente existe? Que soy yo quien crea mi realidad circundante y que por tanto también podría tener el poder de modificar esa realidad en mi mente; hacer que las cosas sucedan. Podría escribir el guión de mi propia vida. (Nota a mí misma: aprender a no auto-sabotearme).

Lo que es innegable es que resulta sospechoso el modo en el que a veces se desarrollan los acontecimientos; cómo casualmente recibimos una llamada de alguien del pasado apenas unas horas después de pensar en ella, o damos de manera fortuita en Internet con un artículo que nos rellena los huecos pendientes en la conversación que tuvimos el día anterior –la sincronicidad de que hablaba en mi anterior post- o se materializa en nuestra vida una persona que se parece demasiado a lo que días antes sólo existía en nuestra mente…

Es curioso cómo cuanto más me meto en este tema, más personas me encuentro que comparten este punto de vista… o quizás soy yo, que lo estoy creando con mi pensamiento...

Cuando llego a este paranoico punto muerto opto por la alternativa más cuerda y funcional de seguir viviendo en lo que parece ser la realidad consensuada y dejarme de pajas.

Pero no del todo, por si acaso...


6 comentarios:

  1. ahora que te has dado cuenta de que formo parte de tus circunstancias, imagíname con dos kilos menos en la cintura y dos más en el banco, así podré viajar y comentar más cosas.

    mañana es verano...

    qué tal las tragicómicas?

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  2. Todavía no sé manejar mis poderes; estoy en ello. Cuando aprenda no dudes que me pondré manos a la obra con tus kilos de más/menos.

    Gracias por recordarme lo del verano! Estoy un poco descentrada últimamente y me había olvidado por completo. Parece ser que empieza mañana a las 07:46... Ya encontraré algún ritual pagano con que celebrarlo.

    Las tragicómicas muy divertidas, pero el que me estoy leyendo ahora va leeeentoooo... No es el libro; soy yo.

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  3. vamos a ver,
    tú eres el centro del universo,
    sólo existes tú, tu pensamiento,
    tus circunstancias.
    acuérdate de la Bola de Cristal,
    cierra los ojos,
    tienes 15 segundos para imaginar
    un mundo ideal.

    (y no será Flecha la que nos piensa a todos?)

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  4. Nunca habéis imaginado que pasaría si tomaras las dos pastillas, azul y roja, a la vez??? Menudo subidón!!!

    Ya te dije lo de las coincidencias de mi vida... a veces tengo la sensación de que todo esto esta ya dirigido y predispuesto. Encaminado hacia un punto definido, así lo que tienes que hacer es dejarte llevar y ver como van pasando las cosas. Otras veces me parece que las pequeñas decisiones que tomamos, dentro del caos que no podemos controlar, son las que rigen nuestro destino. Tu intentas dominar el caos, suerte con ello. Cuando lo domines haces un curso para forrarte llamado "como modificar el mundo con la mente" (10 créditos de libre elección) y me enseñas a mi (matricula gratis please, que yo te he dado la idea).

    Como me ha molao' el post...
    Un beso Neo-TRINITI-Cotidiana!!!

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  5. nada de compartir el conocimiento más que con nosotros dos!
    no necesitas dar cursos para forrarte, te piensas en un spa en una azotea contemplando la Fontana de Trevi y basta.
    besos

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  6. Popi; muy bueno lo de tomar las dos pastillas. Podría ser un flipe sicodélico total, o se podrían anular una a la otra y como si ná. Anticlimax.

    Al final en las dos opciones que planteas carecemos de control: o ya está escrito nuestro destino, o lo vamos escribiendo accidentalmente, sin darnos cuenta. Me podría creer las dos. Pero APRENDER a controlar lo aparentemente incontrolable... Cuando tengo el día místico me lo creo y todo; piensas algo, lo visualizas con todo detalle -mejor escribirlo- y te convences de que va a pasar así, que solo es cuestión de esperar. Y de repente el cosmos lo pone ante ti.

    Davidiego; yo creo que lo de pensarnos en un lugar etc es lo que hacemos todos constantemente. Así es como llegamos donde queremos. Otras nos falta la fe para alcanzarlo. La fé, o el coraje... no sé.

    Pero son todo pajas mentales, a fin de cuentas :D

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