sábado, 23 de agosto de 2008

¿Vuelta al cole?

Nunca lo he hablado con nadie, y me pregunto si soy la única a quien le pasaba esto. A mí me pasaba cada verano de mi infancia; cuando ya había ido al campamento el julio, en agosto a la playa con mi familia o al pueblo de mi padre, y ya sólo quedaba el parque de detrás de casa y si acaso algún día la piscina del polideportivo con los amigos del barrio. Cuando ya casi empezaba a sentirme culpable de no saber muy bien cómo gestionar tanto tiempo libre, y quería hacer como si no me diera cuenta de que aquel no era el estado “normal”, de que las cosas iban a cambiar muy pronto…

Entonces un día cualquiera subía a casa del parque a la hora de la comida y ponía la tele. Y estábamos comiendo y viendo los dibujos o lo que fuera, y llegaban los anuncios, y ¡zas! “♪♫ Vamooos todos al colegiooo, monta, monta, móntate, tooodo lo que más os gustaa, ya está en El Corte Ingléees♪” Y salían niños y niñas de uniforme con sonrisas de éxtasis, brincando con sus mochilas a la espalda, y lápices de colores y cuadernos con piernas y caras flotando por allí, también bailando y sonriendo, todos camino del colegio… Y me subía desde el estómago una oleada de calor a la cara, y agachaba la cabeza y seguía comiéndome el gazpacho a cucharadas, como diciendo “No me entero, no me doy por aludida”

Pero ya lo habían dicho. Y yo lo había oído “¡Pero si aún estamos a… veinticinco de agosto, maldita sea!” Y no pensaba “hijos de puta” porque era pequeña, pero el sentimiento ahí estaba. ¿Qué se creían esos cretinos? ¿A quién pretendían engañar con sus cancioncitas de mierda? Te estaban diciendo “se te está acabando lo bueno” y te lo decían con recochineo, fingiendo que creían que tú te alegrabas de tener que volver a levantarte a las siete, de ponerte el uniforme todos los días, de hacer deberes… Yo me daba cuenta de qué iban, a mí no me la daban, y lo que yo oía era “A nosotros nos importa un bledo vuestro sufrimiento y que tengáis que volver a la rutina esclavizante, porque ¿sabéis qué? Nosotros nos vamos a forrar a costa de vuestra desgracia” ¡Putos buitres carroñeros!

Tal vez choque tanta acritud, cuando evidentemente dejé mi infancia hace ya unos añitos, pero es que después del colegio vino el instituto, y luego la universidad, y ahora… soy profesora. Y es que ya son muchos años de sufrir lo mismo.

Ayer, veintidós de agosto, vi el maldito anuncio; “Vuelta al cole: ¡La aventura de aprender!” Este año sin embargo… las cosas son muy distintas… ¡porque mañana me voy de vacaciones una semanita a Portugal!

De alguna forma, por primera vez en mi vida, siento que he vencido a esos cabrones.

6 comentarios:

  1. Ja, les den por el ojete! Pásalo bien por las portugales, a ver si a tu vuelta nos vemos, que hace mucho que no se de ti, un besote bicicletero

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  2. Qué cosas, he visto esta tarde el dichoso anuncio y me he acordado de tí...Ahora a disfrutar de tu triunfo durante las vacaciones!!

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  3. :-) Siempre que oigo lo de la vuelta al cole me acuerdo de ti. Disfruta de las vacaciones.

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  4. Hey, "ciclero"! Sí,a ver si nos vemos y me pones los dientes largos con tu "vuelta ciclista"!

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  5. Chiki, si hiciera el curso otra vez podría también usar esto para aquel ejercicio de "tiempo circular" que no llegué a escribir, ¿no? :D

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